Si quieres, puedes. Dice el dicho. Y también tenemos en nuestro acervo popular ese refrán que establece “no ofende quien quiere, sino quien puede”. Pues bien, ambas frases hechas podrían aplicarse al fundador de Inditex, Amancio Ortega, que estos días, tras conocerse que es el tercer hombre más rico del mundo según el índice diario utilizado por Bloomberg, ha ofendido a mucha gente sin proponérselo.
Si uno entra en Twitter puede leer comentarios sobre este emprendedor del tipo: “Prefiero a un Sánchez Gordillo que roba para los necesitados, que a un Amancio Ortega que explota a la gente para hacerse rico” o “Mujeres que admiran a Amancio Ortega, el cual en Marruecos, aparte de explotar a las trabajadoras, las despide si se quedan embarazadas”.
La envidia española, ya saben. En esto sí que el oro olímpico no nos lo quita nadie. La realidad es que el señor Ortega fundó Zara en los años 60, una compañía cuyo negocio comenzó con un puñado de costureras y vendiendo batas de puerta en puerta por las calles de Arteixo, en Galicia. Hoy su empresa, a la que en principio quería haber llamado Zorba, es la mayor del IBEX y su fortuna asciende hasta los 38.000 millones de euros. Una tarea complicada la de amasar tanto dinero.
Pero más complicado aún es el reto que le propone un lector portugués al empresario gallego. Tengamos en cuenta que a día de hoy Amancio Ortega tiene 76 años. Si llegara a vivir hasta cumplir los 100 años, tendría 24 años de vida por delante. Es decir, 8.760 días. Que con sus 24 horas desde que sale el sol hasta que se pone suman un total de 210.240 horas. Pues bien, con todo ese tiempo por delante Ortega podría gastarse, si quisiera, 180.745 euros cada 60 minutos.
No lo va a hacer, desde luego. Sobre todo porque quienes le conocen dicen de él que es un hombre muy austero, de costumbres sencillas. Pero esa austeridad y esas costumbres son las que le han llevado a desbancar al todopoderoso Warren Buffet de los puestos de honor del listado de Bloomberg. Por delante ya sólo tiene dos nombres: Bill Gates y Carlos Slim, ¿se abrirá paso también entre ellos?