Este viejo Buscón aún recuerda cuando a mediados de los setenta sus compañeros iban a algunos hospitales a vender sangre para llegar a fin de mes. Esos tiempos se acabaron, pero la falta de sangre no. Ahora prima el interés solidario, y es que se calcula que cada vez que una persona cede su sangre permite mantener la vida de tres personas.
Este año el Centro de Transfusiones ha recibido un 14% menos de sangre de los centros sanitarios y los autobuses que recorren la Comunidad
Pero ha llegado el verano y con él los peores meses en los bancos de sangre de todos los hospitales de toda España, debido a que los donantes se van de vacaciones mientras que aumentan los accidentes de tráfico y se mantienen las operaciones. Frente a esto, la Comunidad de Madrid siempre ha sido valiente a la hora de publicitar la necesidad de que los ciudadanos donen. Hace algún tiempo diseñó carteles en los que un hombre y una mujer desnudos, con ventanas en su cuerpo, pedía donantes.
Ahora ha dado un paso más. Todas las personas que acudan a ver a un familiar y donen en cualquiera de las unidades que tienen los más de treinta hospitales de la región se ahorrarán tres horas de aparcamiento. Además, se hace al voluntario un pequeño reconocimiento médico que se le envía luego a casa.
Este año el Centro de Transfusiones ha recibido un 14% menos de sangre de los centros sanitarios y los autobuses que recorren la región. Los técnicos lo achacan al calor, por el cual no apetecía precisamente salir a la calle. Los hospitales necesitan hasta septiembre 28.000 personas dispuestas a regalar un poco de vida. La experiencia del aparcamiento gratis para incentivar la donación es nueva en Madrid y casi en España. Algunos centros de transfusión reservaban unas plazas para los vehículos de los donantes, que debían dejar al terminar los 15 minutos que suele durar la extracción.
