Desde que a las 23:00 del domingo, hora peninsular española, se publicaran íntegramente los datos de las elecciones europeas en el distrito electoral único de España, sólo ha habido un nombre en boca de todos: Podemos. O para muchos también, "el partido de Pablo Iglesias" o incluso "el partido del coletas". Muchos medios que hasta este momento habían tratado poco o nada el fenómeno político surgido desde la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Complutense junto a la superelitista zona de Somosaguas (Pozuelo de Alarcón, Madrid) no han tenido más remedio que hacer referencia al movimiento que desde la nada se ha convertido en la cuarta fuerza política más votada en España, dejando en agua de borrajas las encuestas oficiales, que le daban tan sólo un escaño.
El nuevo partido presenta varias propuestas de difícil aplicación sin que produjeran un auténtico seísmo en el país (por ejemplo, ¿cómo financiarían una jubilación a los 60 años, cómo se negociaría con los acreedores que una parte de la deuda es "ilegítima"?). Sus líderes y muy en especial Pablo Iglesias tienen como modelo de gestión la Venezuela chavista, pero a pesar de todo Podemos tiene gestos que lo diferencian absolutamente de la mayoría de formaciones políticas españolas, incluso de las que, como Ciutadans o UPyD, han surgido en los últimos años y con intención aparente de acabar con la corrupción y falta de democracia del tridente Corona-PP-PSOE.
Uno de los más notorios, la transparencia en las cuentas. En la web de Podemos puede verse, bajo el epígrafe 'cuentas claras', el extracto bancario del primer cuatrimestre, con todos los movimientos bancarios de entrada y salida de dinero de enero a abril y las nóminas de los que están trabajando en la organización. Incluso pueden verse las correspondientes facturas de las compras que se han realizado, como la que ilustra esta información, que corresponde a una compra telefónica, pero también muchas otras de Renfe, de alquiler del cine Palafox de Madrid para un mitin (más de 1.000 euros les 'soplaron' por ello) o de numerosos discos duros. Todo ello está detallado en la web de Podemos, y al alcance de todos. Es decir, el partido ya supera con mucho las exigencias de la futura ley de transparencia que, con mucha intención de maquillaje y muchas trabas de los mismos que la están diseñando, avanza a trompicones liderada por la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
También ofrecen en Podemos las nóminas de las personas que tienen por el momento a sueldo. Aparecen en febrero, marzo y abril, no así en enero. Son todas nóminas de escasa cuantía, superando por poco los 1.000 euros o quedando por debajo de los mismos. Desde luego, no son las nóminas de personas que se vayan a enriquecer, por el momento, con la política, como sí han hecho tantos del PP y del PSOE. El partido ya ha indicado que sus eurodiputados cobrarán tres veces el salario mínimo en España (lo que viene suponiendo unos 1.900 euros) y el resto del dinero que les pague el Parlamento Europeo lo destinarán a Podemos o a asociaciones cívicas cuyas ideas estén en consonancia con las de la organización.