El conflicto comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea, cuyo origen se remonta al año 2004, ha tocado fondo. Hace unos días, la Organización Mundial del Comercio (OMC) autorizaba la imposición de aranceles a las importaciones europeas, a fin de compensar el perjuicio económico que afectó a la industria aeronáutica estadounidense, básicamente a la aerolínea Boeing, a raíz de las ayudas que recibió Airbus. Unos gravámenes que tendrán una vigencia mínima de cuatro meses y máxima de cinco años, hasta que el país no recupere los 7.500 millones de dólares (unos 6.900 millones de euros) de pérdida económica estimada. El departamento de Comercio de los Estados Unidos ha dado a conocer la lista de productos afectados, que experimentarán unos gravámenes adicionales a los aranceles a partir del próximo 18 de octubre. Entre los alimentos perjudicados cabe citar algunos quesos y productos porcinos como el jamón, varios cítricos (naranjas y mandarinas) y frutas dulces (melocotones y peras), aceite de oliva, aceitunas, frutos secos como las nueces de California, zumos, licores y vinos no espumosos, por ejemplo.
Sobrecostes del 25% en alimentos y bebidas
Desde PIMEC, patronal que representa a las micro, pequeñas y medianas empresas y autónomos de Cataluña, alertan que el sector agroalimentario catalán es el principal afectado, con sobrecostes valorados en 25 millones de euros, según PRODECA, Promotora dels Aliments Catalans. Para hacerse una idea, el vino no espumoso en envases de menos de 2 litros ya abona una tasa de 0,063 dólares por litro, y que aumentará a partir del 18 de octubre hasta 0,07875 dólares por litro (un 25% más). El aceite de oliva virgen que soportaba una tasa de 0,05 dólares por kilo pasara a 0,0625.
La decisión estadounidense impacta a numerosos productos alimentarios y bebidas, gravados con un 25% extra, mientras que las aeronaves y otros componentes aeronáuticos experimentan un derecho adicional compensatorio del 10%.
Estos derechos adicionales en forma de aranceles pueden hacer un flaco servicio a la competitividad de los productos catalanes en los Estados Unidos. Además, suponen una discriminación en comparación con otros productores europeos
Discriminación comercial
La patronal catalana critica que este contencioso comercial que atañe al sector de la aviación, acabe perjudicando a la actividad agroalimentaria, una de las más relevantes de toda España. Estos derechos adicionales en forma de aranceles pueden hacer un flaco servicio a la competitividad de los productos catalanes en los Estados Unidos. Además, suponen una discriminación en comparación con otros productores europeos. En concreto, Italia ha resultado exenta en algunas partidas arancelarias de aceite de oliva o vino, tal y como aseguran desde PIMEC.
Para andar sobre seguro, la patronal recomienda revisar los aranceles aplicables en la actualidad a los productos exportados, consultando la web oficial de la Comisión Europea y añadir el 25% de derecho adicional si fuera necesario. Ello obligaría a examinar los contratos entre exportadoras catalanas y clientes y distribuidores americanos.