Sitges (Barcelona) se ha erigido como un gran destino turístico internacional especializado en la celebración de bodas al aire libre en un entorno exclusivo que cuenta con una gastronomía de alto nivel.
El Ayuntamiento de la localidad costera trabaja desde hace meses con el objetivo de convertirse en el mayor referente internacional en bodas, un segmento en alza que ya genera un gran impacto económico en la ciudad gracias a las largas estancias en hoteles de decenas de parejas de novios procedentes sobre todo de Gran Bretaña (12,5%), Estados Unidos (7%), Francia (4%) e Irlanda.
Sitges acoge cada año un centenar de bodas de parejas extranjeras. Una media de dos enlaces matrimoniales de personas foráneas por semana. Según los datos de un estudio encargado por el Ayuntamiento, de las 400 bodas celebradas en 2018, 100 fueron de parejas extranjeras.
Reino Unido es el principal cliente de las empresas organizadoras de bodas en Sitges
Reino Unido es el principal cliente de las empresas organizadoras de bodas en Sitges. Otros mercados más minoritarios son el holandés, alemán, italiano, noruego, sueco o indio.
Sol, playa y gastronomía
El impacto económico de las bodas es superior a 8,5 millones de euros en una ciudad turística de unos 29.000 habitantes que se multiplican en verano con llegada de visitantes y turistas atraídos por una oferta de calidad en cuanto a clima, alojamiento, playas, cultura, compras, una mentalidad abierta, una iglesia que impresiona al verla por primera vez y la proximidad a Barcelona (38 kilómetros).
Situada a unos 20 kilómetros de un aeropuerto internacional con una oferta diaria de vuelos directos a la mayoría de ciudades europeas, la ciudad atrae a parejas prometidas que quieren un destino especial para su boda.
Los novios buscan regalar a sus invitados una experiencia “completa” que Sitges puede ofrecer, explican a este periódico desde el Departamento de Turismo del Ayuntamiento.
Experiencia de 13 años
A la vez que el Ayuntamiento incrementa a través del área de turismo su apuesta por la celebración de bodas, empresas locales se están volcando en un segmento que les aporta cada vez más beneficios.
La temporada de bodas internacionales comprende desde el mes de abril al de octubre
“Eso también se refleja en la situación actual, pues son empresas que llevan años trabajando en bodas tanto nacionales como internacionales, con una experiencia de más de 13 años en el sector y un alto grado de profesionalización”, explican a este medio fuentes municipales.
La temporada de bodas internacionales comprende desde el mes de abril al de octubre, de modo que complementa a la temporada turística vacacional y reduce la estacionalidad.
Bodas LGTBI, al alza
El turismo de Sitges, ligado tradicionalmente a la comunidad LGTBI, está diversificando su producto gracias al negocio de las bodas. “Eso nos permite trabajar en línea con un turismo más sostenible tanto para el visitante como para el residente”, expresan desde el Ayuntamiento.
"Las bodas LGBTI tienen un peso relevante en nuestra ciudad”, explica el Ayuntamiento
Los enlaces matrimoniales de parejas LGTBI son el 21,5% del total y van al alza en los últimos años, explican desde el Departamento de Turismo de Sitges. “Si las comparamos con las de otros destinos turísticos, las bodas LGBTI tienen un peso relevante en nuestra ciudad”, refieren.
De los 8,5 millones de euros generados el año pasado por los casamientos, la gran mayoría va a empresas de Sitges.
La cifra es superior si se tiene en cuenta el impacto indirecto, ya que si la estancia es larga hay que añadir los gastos por alojamiento, por compras y restauración.
Marca propia
Turismo de Sitges tiene previsto crear una nueva sección en un apartado propio dentro de la página web oficial, con un contenido de interés para los novios.
Además, quiere diseñar nuevo material impreso para hacer promoción.
Bajo la marca Sitges Weddings, la concejalía aglutina todas las acciones de este segmento turístico con el que también pretende fomentar la cooperación empresarial.
