El Liberal - Opinión

Tensa espera de la sentencia y sus consecuencias

Estos días se vive en Cataluña un ambiente de incertidumbre y tensa espera. Tres cuestiones protagonizan las conversaciones de los ciudadanos: la dureza de las condenas, la  respuesta del independentismo

  • La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo revisa en vista pública la sentencia del caso Alsasua.

Estos días se vive en Cataluña un ambiente de incertidumbre y tensa espera. Tres cuestiones protagonizan las conversaciones de los ciudadanos: la dureza de las condenas, la  respuesta del independentismo y las posibles medidas de gracia.  

Descontado que habrá condenas, se especula sobre el tipo, sedición , rebelión, el grado, conspiración, tentativa y la duración de las mismas.  Sobre las condenas, se da por descontado que la absolución , de darse , sólo se produciría respecto a alguno de los encausados no acusados de rebelión ni sedición En el bando secesionista  se produce una evidente disonancia entre los más radicales, CDRs , Torra, Puigdemont , CUP ,y la postura de los líderes de ERC que hacen llamamientos a la calma , cuando no a la desmovilización. No es sólo la pugna tradicional entre ERC por el liderazgo del movimiento nacional catalán. También se aprecia  una clara diferencia entre los ‘moderados’ del PDcat, con Artur Mas a la cabeza, y los ‘legitimistas ‘ seguidores de Puigdemont y su vicario Torra. A corto plazo está en juego mantener o perder el control de la Generalitat. Si el “tsunami” acaba en violencia explícita, las posibilidades de un 155 , esta vez de verdad, se multiplican. Esta eventualidad no desagrada a los más radicales , cuanto peor mejor,  y es acariciada por Puigdemont que vería revalorizar su fantasmagórico gobierno en el exilio. Las declaraciones de Comín pidiendo” colapsar la economía catalana” y “ buscar el desgaste económico del estado” son un claro ejemplo de la postura del entorno de Puigdemont . Pero para la mayoría del independentismo perder el control de la Generalitat , incluso el riesgo de ilegalización de partidos independentistas alertado por Artur Mas , se vive con gran zozobra. No es sólo, y es mucho, lo que significaría económicamente para la multitud de personas empresas  y entidades que viven directa o indirectamente del presupuesto de la Generalidad administrado sectariamente, sino el riesgo que se intervenga TV3 y se actué en la escuela , los dos elementos nucleares de la agitación y propaganda del régimen , dos elementos claves de creación de ‘conciencia nacional’.

La movilización se prevé de miles de personas  o quizás decenas de mil , pero no centenares de mil. No obstante las afectaciones en la vida cotidiana se dan por seguras. Piquetes, corte de carretas, de calles de Barcelona, ocupación de estaciones de ferrocarril, posiblemente del aeropuerto, Hong Kong gusta mucho a los radicales, incidentes más o menos violentos a la caída del día. Pero la duración , el seguimiento y la virulencia de estas acciones es una incógnita. 

En relación con las posibles medidas de gracia , una vez firme la condena, el independentismo reclama una amnistía, el último Rufián,  conscientes de que el indulto no es compatible con el “ho tornarem a fer”. La amnistía elimina el delito, el indulto sólo la pena y no exige arrepentimiento expresso.  La posibilidad de una amnistía ,aunque de difícil encaje constitucional , ha sido defendida por algunos juristas como medida excepcional en caso de cambio político profundo. Por ejemplo en el marco de una reforma constitucional que contemplarà el derecho de secesión.  No parece que el próximo Parlamento español este por iniciar esta vía, ni una parecida de facto: la modificación del Código Penal.

En cuanto al indulto , depende sólo del Gobierno y su grado de discrecionalidad es mucho mayor. Sin embargo ello no significa que el Gobierno de turno no debiera ampararlo en el cumplimiento de la ley que lo regula y que exige la  voluntad de los condenados de no volver a delinquir, algo que pocos están dispuestos a hacer por cuestión de supervivencia política. Prefieren la cárcel a su marginación política.

Desde el lado del constitucionalismo las posturas sobre un posible indulto están enfrentadas.. PP y Ciudadanos niegan cualquier posibilidad pero el Psoe, a través del PSC mantiene,  posiciones mucho más ambiguas.

Desde mi punto de vista el indulto parcial de las penas de prisión , no de la inhabilitación, sería posible , e incluso deseable, si realmente se produjera un arrepentimiento expreso de los condenados y un compromiso , no sólo de abandonar la vía unilateral, sino también de reconocer la pluralidad de Cataluña y la igualdad de derechos de todos los ciudadanos. Si es a favor de la reconciliación entre catalanas, perfecto. Pero de verdad.  Pero esto es hacer política ficción. No obstante , tácticamente , no sería ninguna tontería ofrecerlo sujeto a esa condición y fueran los condenados quienes se negaran. Por lo menos se desmontaría el eterno victimismo. En pocos días, parece que mañana mismo , empezaremos a salir de dudas.

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