El Gobierno autonómico de Quim Torra abre la puerta alargar las elecciones de Cataluña hasta el otoño. "El presidente dijo que, una vez aprobado los Presupuestos, anunciaría la fecha en la que deben celebrarse las elecciones. No dijo que convocaría inmediatamente las elecciones", ha matizado la portavoz de la Generalitat, Meritxell Budó.
En rueda de prensa tras el Consejo Ejecutivo, Budó ha aclarado que la decisión última sobre la convocatoria electoral corresponde a Torra, que podría ser inhabilitado antes de la celebración de estos comicios si así lo decide el Tribunal Supremo, cuya sentencia aún se hace esperar.
Budó ha puesto de manifiesto las diferencias entre los socios del Govern, pero ha antepuesto la necesidad de aprobar antes los presupuestos de Cataluña. "Es un ejercicio de responsabilidad", ha dicho. "Hay tranquilidad y ningún problema", ha considerado respecto a la incertidumbre económica creada ante la falta de concreción en la fecha de las elecciones. "Se podrá continuar ejerciendo los compromisos incluidos en los Presupuestos", ha zanjado.
El retraso electoral beneficia a JxCat
De esta forma, JxCat ganaría tiempo para conformar su lista electoral, con un candidato designado por Carles Puigdemont, expresidente y huido de la Justicia española. Entre las principales preferencias se encuentra el consejero de Políticas Digitales, Jordi Puigneró, e incluso no se descarta el regreso de Artur Mas, cuya inhabilitación expira el próximo 23 de febrero.
Además, JxCat recogería la inercia de las movilizaciones independentistas del 11-S y del tercer aniversario del 1-O, en caso de llevar las elecciones a octubre. El movimiento diluiría, por otra parte, el acuerdo alcanzado por ERC y los 'Comuns' por los Presupuestos, una negociación ajena a JxCat, que finalmente los aprobará.
Por otro lado, unas elecciones en otoño permitirían a Partido Popular y Ciudadanos pactar con más tiempo una hipotética alianza y promocionar a sus principales candidatos.
