El ex presidente y hoy eurodiputado Carles Puigdemont ha negado que el acto que protagonizará el próximo sábado en la localidad francesa de Perpignan sea "partidista". Organizado por el Consell per la República, entidad creada por Puigdemont en Waterloo como gobierno paralelo al de Quim Torra, el evento tendrá como principal atractivo la presencia del propio Puigdemont y de los también eurodiputados Clara Ponsatí y Toni Comín, todos ellos fugados de la Justicia española por el referéndum ilegal del 1-O.
Una parte del independentismo contempla la cita como un acto de precampaña para un Puigdemont que podría encabezar la lista electoral de JxCat en las próximas elecciones autonómicas. Así parecen verlo también algunos residentes en Perpignan, muy críticos en espacios digitales con este acto. Puigdemont lo ha negado en una entrevista publicada en el digital francés L'Indépendent, asegurando que el Consell per la República "no es una partido político".
A quienes muestran su rechazo a que Perpignan acoja este evento, Puigdemont les ha mandado un mensaje de "sincero respeto" pero también les ha pedido "tranquilidad" porque "será una celebración". Sin embargo, ha asegurado que "una parte de este asunto concierne a todos los ciudadanos europeos porque hay un estado miembro de la UE que no respeta las reglas del juego y va en contra de las libertades fundamentales".
¿Acercamiento a Macron?
En la misma entrevista, Carles Puigdemont rechaza que el acto de Perpignan tenga como objetivo acercarse al Gobierno de Emmanuel Macron. Y ello a pesar de que su candidato a la alcaldía de la localidad francesa, Romain Grau, vaya a recibir con los brazos abiertos al político catalán. "Somos muy cuidadosos con la relación con otros estados", ha dicho Puigdemont, "aspiramos a que se conozca la situación vinculada al juicio y que las opiniones no se basen únicamente en la propaganda española".
Puigdemont también ha reconocido, finalmente, que mantiene contacto con políticos locales como el actual alcalde de Perpignan, Jean Marc Pujol, o el presidente del Departamento de Pirineos Orientales, Hermeline Malherbre. Y lo ha justificado asegurando que lo que les une son "valores republicanos muy sólidos" y el rechazo a "la presencia de presos políticos y exiliados en Europa". Algo que ha definido como "una aberración".
