Los Verdes europeos no terminan de decidir si aceptarán o no que los ya eurodiputados Carles Puigdemont y Toni Comín, fugados de la Justicia española por el referéndum ilegal del 1-O y que ya han estrenado sus escaños en el Parlamento europeo, puedan integrarse en su grupo. Una petición que ambos formularon a finales del pasado mes de junio a través del subgrupo Alianza Libre Europea (ALE). La petición de Puigdemont y Comín, que inicialmente se recibió con buenos ojos, ha generado ahora tensiones en el grupo europeo, capitaneado por Ernest Urtasun, el eurodiputado de Izquierda Plural-Iniciativa Verds.
Así las cosas, Carles Puigdemont y Toni Comín siguen buscando un grupo en el que integrarse. Y, según fuentes consultadas por El Liberal, no sería extraño que acabaran siendo compañeros de viaje en la UE con los eurodiputados de Bildu, dentro del Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea-Izquierda Verde Nórdica.
Del grupo de los Verdes europeos forman parte los republicanos Diana Riba y Oriol Junqueras. Ambos están integrados en el mismo porque ERC está dentro de ALE. En lo que a Junqueras se refiere, aunque ha sido recientemente inhabilitado, los Verdes europeos incluyeron su fotografía en la presentación de todos los eurodiputados del grupo, presentados a finales del pasado mes de junio. Curiosamente, no cuestionaron la legitimidad de Junqueras como eurodiputado a pesar de que se encontraba en prisión preventiva por el referéndum del 1-O y a la espera de una sentencia que, ya en octubre, fue firme y condenatoria.
Las reticencias de los Verdes europeos hacia Puigdemont y Comín pudieron verse ya en el tiempo que tardó ALE en anunciar que intentaría que los dos eurodiputados independentistas se adscribieran al grupo. Ambos habían formulado la petición en junio y no fue hasta diciembre que ALE se pronunció. Un pronunciamiento que el propio Comín calificó de "positivo" en TV3 pero que lamentó que hubiera tardado tanto en producirse, asegurando que el plazo podría haber sido "mejorable".
JxCat vs En Comú-Podem
El rechazo de los Verdes europeos a Puigdemont y Comín puede tener que ver también con la propia situación política de Cataluña. Por un lado, ERC tiene cada vez más cerca la posibilidad de gobernar en la Generalitat, según todas las encuestas, y los dos eurodiputados pertenecen a JxCat, su actual socio de Gobierno y, a la vez, adversario político. No tendría sentido, pues, permitir que ambos utilizaran como altavoz ante la Unión Europea el grupo en el que ERC está integrado. A eso se suma que tanto ERC como el eurodiputado Urtasun se han mostrado partidarios del diálogo con el Estado para resolver el problema creado por el independentismo entre Cataluña y España. Algo que, en principio, JxCat y Puigdemont rechazan.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la Assemblea Nacional Catalana (ANC), muy cercana a JxCat, ha rechazado que En Comú-Podem pueda participar en las reuniones que se celebren en Cataluña entre fuerzas y entidades independentistas para acordar lo que se llevará a la mesa de negociación acordada entre el Gobierno central y la Generalitat. Considerando que entre los Verdes europeos se encuentra el eurodiputado Ernest Urtasun, muy próximo al partido de Ada Colau (se barajó la posibilidad de que fuera ministro), no sería tampoco extraño que al veto de la ANC se respondiera desde la izquierda europea con este silencio por parte de sus representantes.
Finalmente, hay que subrayar la importancia que tiene para Carles Puigdemont y Toni Comín poder integrarse en un grupo parlamentario europeo. En principio, su principal aspiración en este sentido tiene que ver con su intención de utilizar sus escaños en el Parlamento de la UE como altavoces de sus reivindicaciones sobre la independencia de Cataluña, así como sobre las supuestas persecuciones que España pone en marcha periódicamente contra los independentistas. Por lo que, si no logran entrar en ningún grupo, tendrían menos tiempo para intervenciones y, además, verían cerrada la posibilidad de participar en las grandes comisiones.
Sueldos y dietas
Sin embargo, no se puede obviar el factor crematístico. Y es que la máxima institución de la UE tiene un presupuesto cercano a los 2.000 millones de euros, de los cuales nada menos que un 22% se destina a gastos de los eurodiputados. Solo como eurodiputados, Puigdemont y Comín podrán embolsarse al mes 7.956,87 euros cada uno, además de una dieta diaria de 304 euros por alojamiento y otros gastos y 4.513 euros mensuales para gastos de representación. Recibirán un pago de 0,53 € por kilómetro para cubrir sus billetes de avión o tren con un máximo anual de 4.454 euros. Y, por si fuera poco, tendrán derecho a indemnización cuando lleguen a los 63 años por motivo de jubilación o cuando cesen de su cargo si no encuentran trabajo. Esta ayuda alcanza un máximo de dos años.