La histeria colectiva que se está provocando el coronavirus se extiende todavía mucho más rápido que la propia infección. El pánico al contagio, promovido por una inexplicable desinformación en plena era de la globalización y las redes sociales, está provocando auténticos saqueos a gran escala de mascarillas protectoras y de dispensadores de geles antisépticos en la práctica totalidad de hospitales y centros de atención primaria (CAP) de Cataluña, especialmente en los del entorno metropolitano de Barcelona, según han denunciado a El Liberal colectivos del sector sanitario.
Los hospitales y los CAP catalanes ya no tienen mascarillas. Ni una. Han desaparecido todas. “Ahora no hacen ninguna falta las mascarillas, porque no hay un riesgo masivo de contagio por coronavirus, pero si de verdad hicieran falta, tendríamos un problema porque no hay ninguna disponible ni previsión de que tengamos a corto plazo”, explican desde la dirección de un centro sanitario público barcelonés. Y es que la primera muerte en España por coronavirus ha agudizado aún más el temor entre la población.
Las mismas fuentes explican con tristeza que los primeros en hacer acopio de mascarillas han sido los propios empleados de los hospitales y los ambulatorios, que han desvalijado los almacenes. “Lo que están haciendo es un sinsentido y una irresponsabilidad, primero porque son las personas que están más informadas sobre la realidad de la enfermedad y porque con esta actitud están transmitiendo miedo a los usuarios”, lamenta el portavoz del centro de salud.
Las nuevas partidas de material que llegan, se confiscan
Ante el total desabastecimiento de mascarillas, las diferentes direcciones de los centros de salud catalanes han puesto a buen recaudo las pocas unidades que quedan para que no desaparezcan o caigan en malas manos. Además, los directores están confiscando las partidas de material que llegan nuevas y poniéndolas "bajo llave", para que estén protegidas y “a buen recaudo”, incluso dentro de sus propios despachos, subrayan, para "dosificarlas" y evitar que vuelvan a desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.
Fuentes sanitarias insisten en destacar que la situación de falta de stock es “muy grave” porque “se han desajustado todas las previsiones automatizadas de pedidos del Servei atalà de la Salut (SCS) y los proveedores tardan en servirlas, porque también están agotadas en los almacenes de los fabricantes. Tampoco queda ninguna en las farmacias. Esta falta de mascarillas ha desencadenado que las mascarillas sustraídas de los hospitales y los ambulatorios se estén vendiendo en el mercado negro por cantidades que oscilan entre “los 450 y los 500 euros”, aseguran desde un ambulatorio de Barcelona. “Es una locura”, añaden.
La desaparición de las mascarillas se ha extendido también al Sterilium, la solución azul con base de alcohol que se emplea para desinfectarse las manos y cuyo uso “es casi tan importante para combatir el coronavirus como las mascarillas” aseguran fuentes médicas. El Sterillium es un eficiente antiséptico, muy utilizado en la lucha contra los hongos, las bacterias y los virus y una herramienta básica en la higiene y desinfección de las manos.
Los dispensadores de gel antiséptico son un blanco fácil
Los dispensadores de Sterilium son muy accesibles para todos los usuarios de los centros sanitarios públicos y normalmente están distribuidos en puntos fijo de las paredes de los pasillos de los hospitales y los centros de atención primaria, preferentemente en las entradas a las consultas y las habitaciones. Por lo tanto son blanco fácil para los cazadores. Desde que se desató la psicosis por el coronavirus los envases recambiables de Sterillium desaparecen tan rápido como se colocan. “En cuanto se reponen, se los llevan”, reconocen desde el servicio de planta de un hospital de Barcelona.
Se está disparando el gasto público de gel deseinfectante. La falta de abastecimiento del Sterilium por ahora no es tan grave como el de las mascarillas, porque los centros sanitarios tienen reservas y en cuanto encargan nuevas remesas, estas se sirven con rapidez. “La única consecuencia grave que está teniendo la desaparición generalizada de Sterillium es que se está disparando el gasto por este concepto”, admiten. Es decir, como disfrutamos de un sistema sanitario público, el sobrecoste que conllevan los hurtos espontáneos desencadenados por el terror al coronavirus lo estamos pagando entre todos.
El presidente del Col·legi Oficial de Metges de Barcelona (COMB) hizo una llamada “a la responsabilidad” a los profesionales sanitarios por los “tristes ejemplos de comportamientos inadmisibles" como el robo de mascarillas y Sterillium
Hace una semana el presidente del Col·legi Oficial de Metges de Barcelona (COMB), Jaume Padrós, se hacía eco del tuit de una pediatra de la unidad de Oncología Infantil del Hospital Vall d’Hebron en el que denunciaba que el hospital estaba racionando mascarillas porque habían "desaparecido" y estaban "bajo mínimos". Padrós también ´denunció que en el quirófano de un importante hospital público había estado a punto de suspenderse una operación por falta de mascarillas, e hizo una llamada “a la responsabilidad” a los profesionales por estos “tristes ejemplos de comportamientos inadmisibles ".
Una desaparición de material nunca antes vista
Las fuentes consultadas médicas y sanitarias consultadas por El Liberal confirman que la desaparición de mascarillas y gel desinfectante ya ha ocurrido en otras ocasiones, cuando los medios de comunicación han hablado de pandemias, de epidemias peligrosas o de contagios masivos, ya sea por ébola, por gripe aviar o por otra enfermedad. “En una situación de pánico sanitario como la que se vive ahora es normal que tanto el personal de los centros como los usuarios y los pacientes se lleven a casa mascarillas, desinfectantes o cualquier otro tipo de material que consideren que les puede proteger, pero lo que está ocurriendo ahora con el coronavirus es tremendo. Lo nunca visto”, alertan.
La redacción de El Liberal se ha puesto en contacto con la Conselleria de Salut de la Generalitat de Cataluña para que aportara su versión sobre lo que está sucediendo en los hospitales y ambulatorios catalanes con las mascarillas y el Sterellium pero hasta el momento no ha dado ninguna respuesta.