El ex presidente, eurodiputado y fugado de la Justicia española Carles Puigdemont ha encontrado un nuevo referente internacional que ofrecer a los independentistas para justificar la celebración de otro referéndum separatista en Cataluña. Se trata del referéndum por la independencia de Montenegro, que, según ha asegurado este lunes, "tuvo el apoyo de la comunidad internacional". Y no le falta razón, aunque ha olvidado explicar que el referéndum ya estaba contemplado en la Constitución de la Unión Oficial de Serbia y Montenegro, creada en 2003 a raíz de la disolución de la antigua Yugoslavia. Tres años más tarde, tal y como establecía el texto legal, los montenegrinos acudieron a las urnas y la opción de la independencia obtuvo el apoyo del 55,4% de los electores.
Los montenegrinos llamaron "zona gris" a todo resultado que estuviera entre el 50% y el 55% porque, si no superaban el segundo, lograrían separarse de Serbia pero no contarían con el respaldo de la comunidad internacional. De ahí que Puigdemont haya insistido este lunes, en una entrevista con Catalunya Ràdio, en que, de llegar a un acuerdo con el Estado para la celebración de un referéndum en Cataluña, el porcentaje del 55% sería el idóneo para declarar la independencia.
Tres condiciones
El ex presidente, que ha valorado en la entrevista el acto de Perpignan del pasado sábado como un evento del Consell per la República sin ningún interés partidista, ha indicado también que, en la mesa de negociación abierta entre el Gobierno central y la Generalitat, debe hablarse ya de las condiciones para celebrar esta consulta sobre la independencia. Y ha planteado como fundamentales tres: el contenido de la pregunta, la fecha de celebración y "la mayoría necesaria para que fuera reconocible o válida la voluntad de independencia del país".
Puigdemont, sin embargo, ha mostrado también su "escepticismo" ante la posibilidad de llegar a un acuerdo con el Gobierno central. En este caso, ha apostado por volver a la vía unilateral. Si, en esas condiciones, se celebrara un referéndum organizado desde Cataluña, su postura sería la de que "gane el que tiene un voto más que la otra opción". "Es", ha asegurado, "la regla de oro del referéndum para todo el mundo".