Cortar una calle no es lo mismo que bloquear un aeropuerto, ha avisado al independentismo el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, alarmado por la imagen exterior de España tras las violentas protestas de este lunes en el aeropuerto de El Prat. Las imágenes de la batalla librada por policías y manifestantes separatistas por el control del aeródromo abren este martes periódicos e informativos más allá de nuestras fronteras.
Duras cargas policiales en el segundo mayor aeropuerto español, accesos colapsados, cortes de carretera y de vías de tren, fogatas y barricadas, tripulaciones privadas de llegar a su lugar de trabajo, más de 130 manifestantes y 40 agentes policiales (Mossos d’Esquadra y CNP) heridos, al menos 120 vuelos cancelados, tres personas detenidas, un menor, entre ellas, pasajeros atrapados en la terminal y un hombre que ha perdido un ojo tras ser alcanzado por una pelota de goma o un proyectil de foam en las instalaciones. Es el oscuro balance del bloque del aeropuerto de El Prat a manos de miles de manifestantes convocados este lunes por el movimiento independentista Tsunami Democrático contra la sentencia por el juicio del 1-0, que establece penas de entre nueve y 13 años de cárcel para los dirigentes independentistas.
Un manifestante ha perdido un ojo tras las duras cargas del aeropuerto de Barcelona. Ha explotado su globo ocular, han explicado desde el hospital de Bellvitge, donde está ingresado. Se desconoce aún si le impactó una bala de foam o una pelota de goma. A diferencia del resto de cuerpos policiales, los Mossos d’Esquadra tienen prohibido el uso de pelotas de goma en Cataluña desde 2014.
En la batalla campal de El Prat, 40 agentes policiales han resultado heridos. Mientras agentes y manifestantes se desafiaban, centenares de pasajeros foráneos contemplaban estupefactos las imágenes de ira y violencia en la principal terminal de unos de los grandes aeropuertos europeos.
Atrapados en El Prat
Muchos de esos mismos clientes del aeropuerto de Barcelona sufrieron después serias dificultades para abandonar la terminal T1, una instalación a la que sigue sin llegar el servicio de Renfe. A primera hora de la noche del lunes, el único modo de salir de la terminal era en avión. Durante horas, las dos terminales estuvieron incomunicadas entre sí, privadas del servicio de autobús gratuito que las conecta.
Atrapados en una infraestructura bloqueada desde el exterior por los cortes realizados por los manifestantes en los accesos, muchos pasajeros tomaron la decisión de pasar la noche en bancos o directamente en el suelo de la terminal. Solo unos pocos pudieron pernoctar en alguna de las salas que el aeropuerto abrió por la excepcionalidad de la situación. Algunos, desorientados, no salieron de unas instalaciones en las que acababan de aterrizar. Otros, previsores, adelantaron anoche su llegada al aeropuerto para asegurarse de que una nueva oleada de manifestantes no les impidiera este martes por la mañana acceder a la terminal para coger un vuelo.
Tras desconvocar la protesta pasadas las 22.00 horas, la plataforma independentista Tsunami Democrático expresó que había logrado los “objetivos marcados” para este lunes, al tiempo que subrayó que las acciones continuarían este martes “con un nuevo reto” con el que todo apunta a que volverán a movilizar a miles de personas en Cataluña otra vez.
Miles de personas se las ingeniaron para dirigirse a pie, en bicicleta e incluso en patinete por los accesos por carretera al aeropuerto, situado a menos de diez kilómetros de Barcelona. Esa acción sirvió para bloquear los accesos a las instalaciones y coartar la libertad de movimiento de centenares de conductores. “Soy independentista desde hace 30 años, pero esta acción me obligó a pasar cuatro horas en mi coche parado a la altura del aeropuerto. Entre las 17 y las 31 horas. No hay derecho. Catalanes molestando a catalanes. ¿Por qué no van a Madrid a protestar?”, ha asegurado a este medio de comunicación Òscar, un conductor afectado por los cortes en la autovía C-31 a la altura de El Prat.
“La ambulancia no pudo entrar en el complejo aeroportuario”, afirma un trabajador del servicio de emergencias médicas
Casi medio centenar de vuelos han sido cancelados este martes en el aeropuerto de Barcelona. La mayoría debían ser operados por Vueling. American Airlines ha cancelado toda su operativa prevista para este martes en Barcelona: cuatro vuelos. Aena, no obstante, subraya que están previstos cerca de mil vuelos en unas instalaciones que se recuperan de los incidentes de una jornada previa en que despegaron o aterrizaron en torno a 800 vuelos, el 90% de los previstos.
Los problemas habían empezado al mediodía. El servicio del tren que conecta Barcelona con el aeropuerto fue suspendido por los Mossos, y lo mismo ocurrió con el del metro. En total, 47 agentes de los Mossos y 16 del CNP han resultado heridos durante las protestas de una intensa jornada vivida en las calles e infraestructuras de Cataluña.
Los accesos a otra infraestructura crítica del Estado, el centro de control aéreo de Gavà, fueron bloqueados por más de un centenar de manifestantes que se apostaron en la puerta principal e impidieron que vehículos pudieran entrar o salir. La acción, neutralizada por abundantes agentes de la Brigada Mòbil de los Mossos d’Esquadra, obligó a los agentes de seguridad ciudadana a cortar el tráfico durante un par de horas de la tarde. Las instalaciones de Gavà se encargan de gestionar todo el tráfico aéreo de la región Este de España, que incluye la práctica totalidad de los vuelos que circulan por el arco mediterráneo. La protesta no afectó a la actividad de los controladores. Rodeados por antidisturbios que no les dejaban moverse de las puertas del centro, los manifestantes acabaron implorando que los dejaran irse. Muchos aseguraron que se fueron directamente al aeropuerto, el epicentro de la protesta.
131 manifestantes heridos
De los 131 manifestantes heridos, 115 han sido en la T1. Entre ellos, se han contabilizado 91 altas in situ y 24 trasladados a diversos centros hospitalarios. Uno de estos traslados fue problemático: un pasajero francés de 62 años, tras sufrir un paro cardíaco por una caída fortuita en las instalaciones, necesitó ser trasladado en helicóptero desde la terminal corporativa de El Prat al hospital de Bellvitge. “La ambulancia no pudo entrar en el complejo aeroportuario”, ha explicado a El Liberal.cat un trabajador del servicio de emergencias médicas. “En circunstancias normales, se llega en dos minutos, pero nada de esto es normal”.
El Departamento de Interior del Govern de la Generalitat se dispone a investigar una actuación concreta de los antidisturbios de los Mossos d'Esquadra en las protestas en el aeropuerto, donde un furgón policial arranca con un manifestante subido en la parte delantera del vehículo. Pudieron “poner el riesgo la integridad de un manifestante”, admiten desde la Generalitat.
Por su parte, el presidente catalán, Quim Torra, ha lanzado un mensaje el día siguiente a la batalla campal de El Prat: “Lo volveremos a hacer. Porque hacer un referéndum no es ningún delito”, ha dicho durante el homenaje por el 79 aniversario del fusilamiento de Lluís Companys.