Desde la perspectiva de las cuentas públicas, España estaba en una situación financiera francamente mala cuando ha sido acometida por la pandemia. En enero de 2020 enfilábamos el año con una deuda pública de 1,19 billones y un déficit del 2,8% del PIB (2,8% sobre 1,24 billones de PIB, 35.000 millones). Esa mala situación es el resultado de unas políticas muy poco serias en la lucha contra el déficit. Rajoy no supo o no quiso equilibrar el presupuesto en los años 2015, 2016 y 2017, pese a que fueron 3 años de buen crecimiento del PIB (en torno al 3%). Por su parte, Sánchez, en los 2 años que lleva al mando, años de crecimiento más débil, ha demostrado una incapacidad parecida para esa labor. Está claro que los políticos españoles no se atreven a meterle el diente a esta asignatura. Están abducidos por los sondeos electorales. No quieren decirle la verdad a la gente. Si siguen así, van a necesitar una señorita Rottenmeier.
Efectos económicos de la pandemia
Según las estimaciones más moderadas: El PIB caerá en 2020 un 10%. Quedará así en 1,12 billones.
Los gastos públicos aumentarán entre 50.000 y 60.000 millones sobre los de 2019. Lamentablemente, los ingresos públicos caerán otro tanto.
De este modo, el 2,8% de déficit del 2019 pasará a ser de un 10,3% en 2020 (unos 115.000 millones). La deuda pública aumentará en un importe parecido y pasará de 1,19 billones a 1,30 billones (un 116% del PIB). Puede que sea más.
En consecuencia, hay que pedir prestado mucho más dinero. El dinero hace falta en estos momentos, de manera perentoria, para pagar a los 3,4 millones de empleados afectados por los ERTEs, a los 1,3 millones de autónomos en cese de actividad, al millón de parados (que se suman a los 3,2 millones que teníamos antes de la pandemia, de los cuales el 66% cobran prestación). Y, por si fuera poco, al millón de aspirantes al ingreso mínimo vital. También hay que seguir pagando a los pensionistas. Y a los funcionarios. En total, en estos momentos hay en España 21 millones de personas que viven del Estado. Por contra, sólo hay 11,2 millones de personas trabajando fuera del Estado. Esto no puede durar.
Vamos a ver cómo estamos consiguiendo que nos presten el dinero que necesitamos para sostener todo esto.
La rueda de la deuda pública
Cada año el Tesoro pide prestado para amortizar las emisiones que vencen y un poco más para cubrir el déficit del año. Para el año 2020 el Tesoro tenía previsto emitir un total de 197.000 millones (unos 4.000 a la semana). De ellos, 164.000 serían para refinanciar deuda vieja que vencía, y 33.000 serían emisiones de deuda nueva (en línea con el déficit previsto para el 2020).
Con la pandemia todo esto sufre un tsunami. El total de emisiones se acercará a los 280.000 millones. De ellos, 115.000 serán deuda nueva, en línea con el déficit que dejará la pandemia en 2020. Esto es descomunal. Y ojalá no haga falta más.
El tesoro ya se ha puesto las pilas
La necesidad que tenemos de recibir mucho más dinero es acuciante. Hace falta ya. Hay mucha gente que tiene que vivir de esto. Algunos todavía no han cobrado nada. Por eso, el Tesoro ha puesto a tope la máquina de pedir prestado.
Hasta ahora, en un mes normal antes de la pandemia, el Tesoro pedía a los mercados unos 16.000 millones de euros.
¿Qué ha hecho en el mes de marzo de 2020? Ha conseguido préstamos por 26.300 millones. Entre ellos, destaca una emisión sindicada, sin subasta, del 24 de marzo de bonos a 7 años, por importe de 10.000 millones, al 0,84% de interés.
¿Qué ha hecho en el mes de abril de 2020? Ha conseguido préstamos por 40.700 millones. Entre ellos, destaca una emisión sindicada sin subasta del 22 de abril de bonos a 10 años, por importe de 15.000 millones, al 1,306% de interés.
¿Cómo va el mes de mayo de 2020? Hasta hoy, el Tesoro ha conseguido en este mes préstamos por importe de 27.200 millones.
Podemos decir que, hasta la fecha, el Tesoro ha captado 45.000 millones de deuda nueva. Es el 39% de la deuda nueva total que necesitamos para este año 2020 (115.000 millones). En los meses siguientes hay que seguir dándole a tope a la máquina de pedir prestado. Pero esto se podría aliviar bastante si recurrimos a las ayudas de Bruselas (las veremos enseguida).
¿Cómo están los tipos de interés?
España tiene crédito en los mercados. Menos que Alemania o Francia, pero más que Italia. Entre los inversores del mundo hay apetito por la deuda española, con fuerte demanda y bajos tipos de interés. Menos mal. El BCE está ejecutando su PEPP (Pandemic Emergency Purchase Programme)que tiene un volumen previsto de 750.000 millones hasta final de año. Sin que le afecte la Sentencia del Tribunal Constitucional alemán. Esto es vital para nosotros.
Veamos cómo está nuestro bono a 10 años:
La emisión del 5 de marzo (antes de la pandemia) se colocó al 0,169% de interés.
La emisión del 19 de marzo (después de la pandemia) se colocó al 0,661% (el impacto de la pandemia es contundente).
La emisión sindicada del 22 de abril se colocó al 1,306%. Demasiado alto.
La última emisión, de 21 de mayo, se colocó al 0,711%. Este es el nivel actual. No es lo de antes de la pandemia, pero podemos soportarlo.
Alemania coloca este bono al -0,5% (¡qué envidia!). Francia al -0,04% (está muy bien). Italia al 1,60% (¡cuidado!).
Los prestamos de Bruselas
Decíamos antes que nuestra tremenda necesidad de endeudamiento nuevo en este año 2020 (unos 115.000 millones) puede aliviarse recurriendo a los fondos que Bruselas tendrá a punto a principios de junio. Estos fondos son el SURE y el MEDE.
El SURE
El SURE (Support Unemployment Risk Emergency) es un fondo de 100.000 millones que la UE captará en los mercados y prestará a los países para ayudarles a cubrir las prestaciones para sostener el empleo durante la pandemia (ERTEs, prestación a autónomos, nuevos parados). No conocemos los detalles, pero serán préstamos en condiciones parecidas a los del MEDE (10 años, 0,115% de interés). A España le pueden corresponder unos 15.000 millones.
Es fácil justificar el importe pedido: basta con las certificaciones del SEPE sobre los pagos a los 3,4 millones en ERTEs, 1,3 millones de autónomos y 1 millón de nuevos parados. Es una cifra.
Pedro Sánchez ha confirmado que España recurrirá al SURE. ¡Albricias! Son 15.000 millones menos de deuda pública a emitir, y a un tipo de interés excelente.
El MEDE
El segundo fondo implementado por la UE es de 240.000 millones. El MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad, una especie de Banco de la UE) captará ese dinero en los mercados y lo prestará a los países para ayudarles a cubrir sus gastos sanitarios directa o indirectamente derivados de la pandemia. A España le corresponden 25.000 millones. Este préstamo será a 10 años y al 0,115% de interés.
Entran aquí todos los gastos sanitarios de la pandemia: gastos de personal, medicamentos, material sanitario, equipos, instalaciones, modernización hospitalaria, reformas de geriátricos… Hay que justificarlos con facturas.
Y es aquí donde el Gobierno español ha adoptado una actitud de arrogancia inexplicable. En países como Grecia, el MEDE se identifica con un Fondo de Rescate, ayudas a cambio de la intervención de los hombres de negro. Hay estigma político. Pero nada de eso ocurre en este MEDE para gastos sanitarios: los préstamos no están sujetos a ninguna condicionalidad ni hay hombres de negro por ninguna parte.
¿Cómo es posible que el Gobierno español no recurra a esta ayuda? Son 25.000 millones al 0,115% de interés durante 10 años. Nos dicen que no nos hace falta, que nos estamos financiando en los mercados sin dificultades. Pero, por favor, en el mercado, esto nos cuesta el 0,711%. Frente al 0,115% del MEDE, nos ahorraríamos 149 millones al año, o sea, 1.490 millones en los 10 años. El presidente del MEDE, Klaus Regling, que tiene que saber de esto, ha evaluado en 2.000 millones el ahorro para España en intereses. Y para Italia lo evalúa en 7.000 millones.
Pues bien, parece que ni España ni Italia piensan recurrir a esta ayuda. Dicen que por razones de principios. Por el aroma a estigma. Incomprensible. Y ridículo.
Conclusión
Entre el SURE y el MEDE dispondríamos de 40.000 millones, a 10 años y a excelente tipo de interés. Menos deuda pública nueva a emitir.
Hasta final de mayo hemos emitido deuda nueva por 45.000 millones. Aceptando estos 40.000 de Bruselas, sólo nos faltarían 30.000 millones para emitir en los próximos meses y completar el expediente.
Dice Nadia Calviño que los contribuyentes pagan a los políticos para que resuelvan los problemas, no para que creen otros nuevos. Muy cierto. Pero, además de eso, les pagamos para que administren bien nuestro dinero. Por favor.