La Generalitat se ve obligada a prorrogar los Presupuestos por tercer año consecutivo. Las últimas cuentas aprobadas datan de 2017 y desde entonces no se ha logrado una mayoría independentista para poder modificarlas ante las reticencias de la CUP y la falta de apoyos de los 'Comunes' y PSC.
ERC, JxCat y En Comú Podem están acercando posturas para poder desbloquear las cuentas, pero la confluencia catalana de Unidas Podemos ha avisado del riesgo de entrar en "impago" si vuelven a prorrogarse los Presupuestos. Hasta ahora, las formaciones han dado luz verde a una mayor presión fiscal a las rentas superiores a los 90.000 euros, que pagarán dos puntos más en el tramo marginal del IRPF, con el fin de aumentar los ingresos en 543 millones de euros, mientras quienes cobren 12.450 euros anuales o una cantidad inferior verán reducida su carga impositiva.
También se ha pactado un incremento en el impuesto de Sucesiones, cuya base incluirá el patrimonio preexistente, para que quienes hereden contribuyan aún más, en contraposición a otras autonomías como Madrid, donde este impuesto está bonificado casi al 100%. También se han introducido impuestos verdes.
La lucha por el poder entre ERC y JxCat
La negociación por estas cuentas se sucede en paralelo al acuerdo por la investidura de Pedro Sánchez y ante el incesante runrun de un adelanto electoral, del que reniegan Torra y JxCat, mientras ERC insiste en una convocatoria electoral antes de verano.
La negociación entre ERC y En Comú Podem también es vista como el preludio de un nuevo gobierno tripartirto en Cataluña, formado por PSC, ERC y los Comunes, ante una posible crisis de gobierno por las versiones opuestas sobre la investidura de Sánchez. Torra y JxCat han exigido un referéndum de autodeterminación para facilitar la formación de un gobierno, mientras que ERC ha conseguido una mesa de diálogo entre el ejecutivo central y la Generalitat.
La inhabilitación de Torra, detonante para el adelanto electoral
La división entre JxCat y ERC se incrementará una vez Torra sea inhabilitado, que podría ser este próximo viernes si así lo estima la Junta Electoral Central. La presidencia pasaría a ser de ERC y podría ser el detonante de un adelanto electoral, eso sí, sin Presupuestos. La prórroga automática de los últimos presupuestos "podría ocasionar alguna disfunción en la prestación de los servicios públicos" debido a las nuevas necesidades no recogidas en 2017.
Los de Oriol Junqueras sienten ya la presión del independentismo más radical desde que han cambiado su "no" a Sánchez por una abstención, que previsiblemente será ratificada por el máximo órgano del partido.
Toda la administración pública dependiente de la Generalitat tendrá que "ajustar la ejecución de sus presupuestos de gasto a la previsión de disponibilidad" crediticia reconocida debido a esta prórroga, pese a las crecientes necesidades tras tres años sin cuentas. En casos extremos, los distintos organismos deberán "instar al departamento de adscripción para que gestione la transferencia que considere oportuna".