Netflix estrenará en menos de un mes la nueva docu - serie sobre la desaparición de la joven estudiante madrileña que fue secuestrada en el barrio de La Morajela. Este reportaje producido por Íñigo Pérez-Tabernero y Toño Sanchís sobre lo que sucedió y la intensa cobertura mediática que tuvo, narra el suceso y explica las claves que desencadenaron la detención de los culpables, Netflix explica que se emitirán grabaciones inéditas de conversaciones con los secuestradores.
El éxito del interés por el true crime, ha provocado en España que las plataformas audiovisuales se adapten a esta nueva necesidad de los espectadores para completar este tipo de contenido con nuevas historias en sus catálogos. Este documental sobre los dos años y medio del cautiverio y la espera de una vida que removió conciencias junto a una familia que confió constantemente en el trabajo que llevó a cabo la policía, se pone hoy en el punto de mira.
La trascendencia del caso y el eco mediático que tuvo en España, ha supuesto hoy el nacimiento de un nuevo documental para poner esta historia en su punto más álgido, como ya se ha hecho con otros true crimes impactantes en España: "El caso Alcàsser", "El cuerpo en llamas", "El caso Asunta" o "Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof", con el objetivo de conocer la verdad y el cómo se afrontó la cobertura mediática de todas estas historias.
En ese momento, la población se echó a la calle para pedir que Anabel volviera con vida, "fueron casi tres años en los que los días dejaron de depender de las agujas del reloj y fue el teléfono quién manejó el tiempo" anuncia Netflix. Entre 1993 y 1995, tuvieron lugar 15 llamadas telefónicas entre los secuestradores y el negociador que representaba a la familia Segura durante el episodio de intento de su liberación.
Estas conversaciones telefónicas salen ahora después de haber estado bajo la luz una década y cuando están a punto de cumplirse 30 años de la resolución del caso. El espectador podrá acceder al contenido completo de las cintas a través de los tres episodios que componen la cruel historia de Anabel Segura y el testimonio de los agentes policiales que se enfrentaron al caso y que "establecieron, por primera vez, las bases de los protocolos antes un secuestro expréss".
Mónica Palomero, periodista especializada en investigación y denuncia social, es directora y guionista tanto de este documental como de otros reconocidos programas de reportajes como "Fuera de cobertura", o series documentales como "Malaya. Operación Secreta", esta vez es directora y coguionista de esta serie documental que estrena la famosa plataforma de streaming estadounidense.
Palomero, ha expresado que “escuchar las cintas y contar con las declaraciones de fuentes claves en la investigación ha permitido no solo desterrar bulos que existían alrededor de este caso, sino contarlo desde dentro. 900 días sin Anabel es el relato periodístico de una historia que conmocionó a España”. La docu-serie llegará a manos de los espectadores, a través de Netflix, el próximo 22 de noviembre de 2024.
Un suceso basado en una historia real que amenaza el éxito de "Monstruos", la serie de los hermanos Menéndez que se ha convertido en el fenómeno de true crime aclamado por los espectadores.
El enigma de Anabel
Esta historia, contextualizada en un gran "boom" periodístico, formó parte de una larga investigación judicial y policial que se llevó a cabo durante los años que se buscó a la joven Anabel. Su asesino, Emilio Muñoz Guadix, fue condenado a 43 años de cárcel y quedó en libertad en 2013 tras anularse la "doctrina Parot" por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, que consideraba retroactivas las penas de prisión sobre el máximo de 30 años, produciendo la liberación de decenas de presos a los que se aplicó, no solo condenados por asesinatos, sino también por terrorismo y violaciones.
Al salir de la cárcel, muchos periodistas acudieron a su encuentro y le preguntaron a Muñoz Guadix, sobre su "redención" y expresó libremente su opinión, alegando que solo les movía el móvil económico y que "se les fue de las manos". Un hombre que ya había pisado la cárcel con 19 años por atracos con escopeta. En cuanto a la justicia, fue un caso de gran conflicto moral que abrió la veda sobre la necesidad de mejorar la seguridad en España y la protección de las mujeres.
La investigación de Anabel Segura, tuvo el centro de su repercusión en la detención de aquellos asesinos que habían premeditado un secuestro y sin ser profesionales habían tenido en vilo durante años a un país entero. Así abrían casi todos los periódicos y telediarios de la época: "Hoy, una estudiante de empresariales, como cada mañana, ha salido en chándal y con un walkman a hacer footing por la urbanización Intergolf de La Moraleja donde residía. No se ha vuelto a saber nada de ella."
900 días ocultando el cadáver y haciendo más de 15 llamadas pidiendo un rescate que no existía. Los asesinos sabían desde el primer día que Anabel había muerto estrangulada y que intentarían estirar la cuerda de la mentira hasta que no la pudieran sostener más.
La voz de la esposa de la cabeza pensante, Emilio Muñoz, es la que utilizaron para hacerles pensar a los padres que era Anabel Segura, así podían seguir reclamando el rescate. La mujer justificó su comportamiento en el juicio diciendo que era "maltratada".
Algunos periodistas que cubrieron el suceso de la desaparición de Anabel y que han estado curtidos en este tipo de crímenes, calificaron la historia como una de las más "complicadas de resolver" en la historia de España. Pese a que los autores no eran grandes profesionales, a la época a la que nos remontamos, no había casi teléfonos móviles ni cámaras de seguridad, tampoco sistemas de GPS de seguimiento que facilitaran la labor a la policía.
Los secuestradores fueron un fontanero y un repartidor, este último es el que hacía la misma ruta cada mañana, entregando paquetes visitando la urbanización de la Moraleja, donde residía Anabel, se dedicaban a llamar desde cabinas de teléfono donde pedían el rescate de 150 millones de pesetas en una cinta de cassette TDK grabada encima del último LP de Mecano. La policía solo conocía la noticia de que varias de ellas habían pasado por las líneas telefónicas de San Antón, que daba servicio a los números de los barrios de Vallecas y Entrevías.
La caza analógica
La investigación policial que se llevó a cabo fue imaginativa y artesanal, en la que se recurrió a la hipnosis, al programa `Quién sabe dónde´, de Paco Lobatón y a los conocimientos de un especialista de la BFK, la policía alemana, Herman Künzel, para dar con los secuestradores.
Fue aquí cuando el mayor especialista entonces de análisis de voz, eligió las frases que se difundirían en el programa de Televisión Española y en el de Paco Lobatón para encontrar a alguien que pudiera reconocerla. Las grabaciones fueron enviadas a todas las regiones policiales, después consiguieron encontrarlos.
La historia de Anabel Segura supuso un cambio ético, judicial y policial en España. Netflix explicará en esta serie documental, todos los detalles del arduo camino que se vivió para encontrar a los responsables y hacer frente a una cobertura mediática que acababa de aterrizar.