Un equipo del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) se reunió hoy con el gobernador de Fukushima, Yuhei Sato, para ayudar en el proceso de limpieza de las zonas afectadas por la radiactividad en esa provincia.
La misión del OIEA, liderada por el español Juan Carlos Lentijo, llegó a Japón el pasado viernes con el objetivo de asesorar al Gobierno en la descontaminación de las tierras afectadas por el accidente en la planta de Fukushima Daiichi, epicentro de la peor crisis nuclear en los últimos 25 años.
"La descontaminación es lo más importante para que los residentes reanuden su vida diaria. Es la primera vez que Japón realiza un proceso de descontaminación sobre un área tan grande", destacó el gobernador de Fukushima durante la reunión, citado por la agencia local Kyodo.
Lentijo, director técnico de Protección Radiológica del Consejo de Seguridad Nuclear español (CSN), aplaudió los esfuerzos de Japón para garantizar la seguridad a la hora de manipular los residuos radiactivos de Fukushima, donde los operarios trabajan día y noche para controlar la temperatura de los deteriorados reactores.
Está previsto que el equipo del OIEA, integrado por doce miembros, visite durante la jornada de hoy las instalaciones de la central nuclear, antes de regresar a Tokio para proseguir con sus reuniones con las autoridades locales.
Su visita a Fukushima acontece cuando se cumplen siete meses del terremoto de 9 grados de magnitud en la escala Richter que hizo temblar el noreste de Japón y causó la crisis nuclear más grave desde la de Chernóbil, que obligó a evacuar a unas 80.000 familias en un radio de 20 kilómetros de la central.
El seísmo y el tsunami causó 15.822 muertos y 3.926 desaparecidos, según el último recuento publicado este lunes por la Policía Nacional japonesa.
Junto a la ingente labor de reconstrucción, la recuperación del terreno afectado por la radiactividad es uno de los grandes retos del Gobierno nipón, que se ha comprometido a descontaminar los lugares que presenten un nivel de radiación de más de 1 milisievert anual.
El plan elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente prevé limpiar las áreas con una radiactividad de más de 20 milisievert al año para agosto de 2013 y las zonas con un nivel más bajo para marzo de 2014, informó la televisión NHK.
Sin embargo, todavía quedan muchos puntos por precisar, como el modo en que se retirará la tierra contaminada y dónde se almacenará.
El pasado septiembre, el Gobierno nipón calculó que el coste de la limpieza de las zonas afectadas por la radiactividad podría ascender a unos 225.000 millones de yenes (unos 2.150 millones de euros).