España

Botín dará mañana su contundente opinión sobre la posible quita a la banca española

Santander celebra mañana martes una Conferencia Internacional de banca en su Ciudad Financiera de Boadilla ante profesionales del sector en la que su presidente, Emilio Botín, ofrecerá un speech de apertura en el que se espera que deje clara la posición de la entidad que preside ante las especulaciones que llegan procedentes de las altas esferas de Bruselas sobre unas elevadísimas necesidades de recapitalización bancaria e incluso una quita de deuda española.

Santander celebra mañana martes una Conferencia Internacional de banca en su Ciudad Financiera de Boadilla ante profesionales del sector en la que su presidente, Emilio Botín, ofrecerá un speech de apertura en el que se espera que deje clara la posición de la entidad que preside ante las especulaciones que llegan procedentes de las altas esferas de Bruselas sobre unas elevadísimas necesidades de recapitalización bancaria e incluso una quita de deuda española.

Se prevé un discurso duro, ya que la banca doméstica se ha encontrado, de repente, con un escenario de mucha mayor presión, sin que hayan cambiado en exceso las circunstancias. Los grandes y medianos bancos están movilizándose para que no se impongan unas medidas tan leoninas.

Los rumores que suenan, sin que todavía se hayan materializado en nada constatable, apuntan la posibilidad de una quita del 20% sobre la deuda española, algo que machacaría los balances de nuestras entidades financieras, que tienen una enorme posición de bonos españoles en cartera. Cosa lógica, por otra parte, ya que hasta hace poco tiempo eran activos con la triple A, máxima calificación crediticia.

Todo esto llega después de que la EBA estipulara unas necesidades de recapitalización bancaria al sistema doméstico que desató las especulaciones. ¿Serán España e Italia nuevos casos griegos? Ese es el temor que subyace, a tenor de unos requerimientos que dejarían a la práctica totalidad de la banca española fuera de la solvencia.

Los expertos locales, sin embargo, ponen el grito en el cielo, ya que consideran que las entidades españolas tienen riesgo inmobiliario pero no de deuda pública en sus balances. A día de hoy, el Tesoro español no ha ofrecido ningún síntoma de impago, por lo que plantearse una situación así llega de manera errónea o malintencionada.

Contagio
Está garantizado que los banqueros principales de este país, así como su clase política, se movilizarán para evitar un efecto contagio inducido desde Grecia, ya que da la impresión de que hay deseos desde algunos flancos de contagiar al sistema español. Es cierto que la reordenación bancaria camina con dificultad y hay lagunas (por no hablar de los espectáculos bochornosos de CAM y Novacaixagalicia) pero de ahí a aplicar un corte de pelo (hair cut, como se denomina en el argot a los acreedores que sufren la quita) a la griega hay un mundo de distancia.

“Es un despropósito”, indicaban desde uno de los grandes bancos españoles. “Todo esto sale después de la reciente reunión entre Merkel y Sarkozy, de la que salió una instrucción clara a Durao Barroso”. Aquí “se están haciendo cosas; con más pena que gloria seguramente, pero precisamente por eso es impresentable una medida que viene a darnos casi la puntilla”.

¿El sentido? En España temen que se esté buscando un hair cut para las grandes entidades. La quita griega va a causar un importante agujero en la banca alemana y francesa, que podría dejarles a más distancia todavía de la española. Conviene recordar cómo en el Eurostoxx 50, el banco más capitalizado es Santander, seguido por BNP Paribas, pero a continuación, BBVA. A mucha distancia aparecen Deutsche Bank y Societé Genéralé.

En los grandes y medianos bancos españoles no afirman con rotundidad que hay temor en las principales economías, Alemania y Francia, a quedarse con un sistema financiero demasiado pequeño respecto al español y por eso quieran aplicar un ‘corte de pelo’ generalizado. Pero tampoco lo niegan.

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