Poco amante de los golpes de efecto, de las resoluciones vehementes, Mariano Rajoy se ha forjado una imagen de hombre paciente durante dos legislaturas. Pero el lunes 10 de octubre el presidente del PP tuvo un impulso nada habitual en él: informó a través de su cuenta de twitter de la inclusión de la atleta Marta Domínguez, sospechosa de dopaje desde diciembre de 2010, en las listas al Senado por Palencia.
Rajoy, quizá consciente de que desde que estalló la Operación Galgo la jueza Martínez Barrios ha sobreseído, una tras otra, las imputaciones por venta ilegal y suministro de fármacos que pesaban sobre la atleta, ha roto una lanza en favor de la palentina. Meses antes, en julio, hizo lo propio Esperanza Aguirre –“es una de las atletas más grandes que ha tenido España”, dijo la regidora madrileña- en una gala deportiva en Madrid.
Pero el futuro deportivo de Marta Domínguez, 35 años, campeona del mundo y de Europa y plata olímpica en pruebas como los 3.000 metros obstáculos, campo a través y 5.000 metros lisos, no está tan claro como creen en Génova.
“Si hay indicios de que Marta Domínguez se dopó, obviamente tendremos que investigarlos”, razonan desde el Consejo Superior de Deportes (CSD). El dopaje no está, de hecho, sancionado por la vía penal, pero sí por la deportiva. Por ello, el CSD y la Agencia Estatal Antidopaje (AEA) esperan que la jueza Martínez Barrios les facilite las pruebas más relevantes cuando se archive el caso. “Algo a lo que la magistrada se puede negar”, reconocen en la AEA.
Si las autoridades deportivas así lo estiman, la deportista castellano-leonesa se arriesga a ser apartada de la competición durante dos años. Toda una bomba dentro del PP. En el auto del pasado 29 de septiembre relativo al entrenador de la palentina, César Pérez –todavía imputado-, la magistrada habla de la “indiciaria prescripción y suministro a Marta Domínguez de un conjunto de sustancias, entre otras hormona del crecimiento y EPO, conforme a un plan de dopaje cíclico de 40 días que debía terminar nueve días antes de las competiciones”.
Y en medio de todo esto, la atleta declaró ayer, durante la presentación de los candidatos del PP palentino, que será capaz de compatibilizar la labor como senadora con su preparación para los Juegos Olímpicos de Londres el año próximo. Los Juegos serán, dijo, "la culminación de mi carrera".
Críticas a Rubalcaba
En el PP parece imperar la convicción de que con la absolución de la jueza concluye el tormento de la atleta. "La candidatura de Marta Domínguez repara su honor", proclamó hace días González Pons. Además, los populares han aprovechado los supuestos errores de la Guardia Civil en el proceso para atacar a Rubalcaba, ministro del Interior durante la operación policial. Éste ya ha calificado de “dislate” semejante vinculación. Desde el PSOE de Palencia confiesan estar “entre la espada y la pared”. “Marta es una heroína local, pero su salto al Senado nos parece demasiado precipitado dadas las circunstancias”, revela un dirigente socialista.
En Izquierda Unida de Palencia admiten que les “llama la atención” la candidatura y acusan al PP de “aprovecharse para hacer precampaña con temas judiciales”. “Juegan al populismo barato con estas acciones”, carga un destacado dirigente de la coalición, no sin antes mostrar “respeto” por la “opción personal” de la atleta.
Marta Domínguez ya fue concejal del Ayuntamiento de Palencia entre 2003 y 2007. Pero fuentes de la oposición recuerdan que “ni pisaba por los plenos”, ya que esos años coincidieron con su etapa de esplendor deportivo. Asimismo, su promoción política puede levantar ampollas, ya que, según ha podido saber Vozpópuli, se estaba librando una disputa en el PP palentino para ver quién iba en las listas a la cámara alta.
De igual modo, no es la única deportista que podría ocupar un lugar relevante en las listas populares de Castilla y León: el bicampeón mundial de maratón en Atenas (1997) y Sevilla (1999), Abel Antón, que tampoco es nuevo en política, ha sido incluido como número dos al Senado por Soria.