Martí Fluxá ha explicado que España es el quinto país europeo con más participación en Galileo aportando un 9 por ciento de la contribución hasta la fecha para el sistema de navegación que, según ha informado la Comisión Europea, es de 5.000 millones de euros desde el año 2000. Para el vicepresidente de Proespacio, la aportación económica de España en la primera fase de Galileo le sitúa en una "buena posición ante el futuro despliegue de los más de 25 satélites que completará la misión.
Las principales contribuciones españolas en cuanto a los satélites pasan por las Terminales Remotas (RTU), las Unidades de Control y Monitorización del Reloj (CMCU) y los sistemas duales de comunicación de datos de Seguimiento Telemetría y Comando (TTC), todos suministrados, los receptores de misión, los trasponedores de búsqueda y rescate y los equipos de test para receptores de misión, la antena de navegación, el diseño del cableado del satélite y el sistema de sujeción y suelta al dispensador del lanzador, entre otros.
Además, también ha aportado elementos al segmento terreno, el equipamiento de la misión en la Tierra. En este aspecto destaca el desarrollo de los cuatro elementos críticos del Centro de Control Galileo, el procesador de las estaciones Galileo Sensor Station (GSS) y las estaciones de usuario del servicio de búsqueda y rescate, así como actividades de ingeniería en los segmentos de misión y control.
Además, España aporta un centro en Maspalomas (Gran Canaria) que forma parte del programa internacional de salvamento por satélite, además, está pendiente la elección de una estación GSS para lo cual el Ministerio de Fomento y el de Ciencia e Innovación está movilizando la candidatura de La Palma (Tenerife). La ESA también utilizará instalaciones en A Coruña, Málaga, Torrejón (Madrid) y Palma de Mallorca.
Un sistema de navegación propio e independiente
El experto en navegación por satélite de la ESA Javier Ventura-Traveset ha explicado que Galileo es la primera infraestructura completamente europea. Tanto la investigación, como el desarrollo o la construcción son totalmente europeos. La finalidad de este proyecto es un sistema de navegación "propio e independiente que permitirá desarrollar una nueva generación de servicios universales en sectores como el transporte, las telecomunicaciones, la agricultura, la pesca o la energía".
El sistema Galileo es compatible con el GPS americano y la ESA se ha llegado a un acuerdo con Estados Unidos para que ambos sistemas puedan interoperar. De este modo, las nuevas generaciones de dispositivos de navegación y móviles "incluirán Galileo y GPS y el usuario podrá utilizar indistintamente ambos" lo que, según ha señalado Ventura-Traveset, mejorará el servicio para el usuario.
Pero el servicio en abierto (y gratuito) no es el único servicio que ofrecerá Galileo. También ofrecerá un servicio comercial, encriptado y de alta precisión; un servicio de seguridad, también abierto; un servicio público regulado, encriptado con el fin de que sea utilizado por servicios gubernamentales como Protección Civil o control aduanero, entre otros. Además, Galileo ofrece un servicio de búsqueda y salvamento que incluye la posibilidad de un canal de retorno. De este modo cuando, por ejemplo, un barco, envíe una señal de socorro, desde un centro en tierra pueden darle una respuesta de que el mensaje ha sido recibido y que está localizado.
El especialista de la ESA ha explicado que una de las ventajas de Galileo sobre GPS es la inclinación de las órbitas que formarán los 30 satélites del proyecto, un grado superior, con lo que "se pretende que la señal de Galileo llegue más al norte, ya que parte de la ciudadanía europea está en dicha zona del planeta".
La operación de lanzamiento, que tendrá lugar este jueves a las 12.35 horas (hora española), se realizará desde el centro de despegue de la Guyana francesa y se hará mediante el cohete Soyuz, en su versión más moderna hasta ahora. Soyuz transportará los dos satélites (IOV-1 e IOV-2) hasta ponerlos en órbita, momento en que ambos, que están unidos por una plataforma, se separarán mediante un sistema pirotécnico y cada uno se desplegará hasta encontrar su posición en la órbita.
Con estos dos satélites se pone en marcha el sistema Galileo ya que, junto a los dos satélites experimentales que la ESA lanzó en 2005 y 2008, suman el mínimo de aparatos que se necesitan para iniciar las operaciones del sistema, tanto en el espacio como en el segmento tierra.
Ventura-Traveset ha explicado que cuatro es el mínimo de satélites que se necesitan para comenzar a trabajar "por son los datos de cuatro satélites los necesarios para lograr una localización". Estos cuatro aparatos irán recibiendo compañía hasta el año 2020, cuando está previsto que estén los 30 satélites que formarán Galileo.