España

La caja de ahorros valenciana usó ingeniería financiera para sacar ladrillo del balance

Los inspectores del Banco de España han alertado del uso de una fórmula para sacar los activos inmobiliarios de la cartera de la caja de ahorros en los últimos años. Bancaja ha constituido o comprado sociedades inmobiliarias a las que presta dinero para que adquieran su parque inmobiliario. Eso –denuncian los inspectores del regulador—le permite no anotarse las pérdidas inmobiliarias y, al mismo tiempo, contabilizar como activos los créditos concedidos a esas sociedades. Bancaja ha reconocido 3.351 millones de euros en ese tipo de participaciones en su último balance.

Los inspectores del Banco de España han alertado del uso de una fórmula para sacar los activos inmobiliarios de la cartera de la caja de ahorros en los últimos años. Bancaja ha constituido o comprado sociedades inmobiliarias a las que presta dinero para que adquieran su parque inmobiliario. Eso –denuncian los inspectores del regulador—le permite no anotarse las pérdidas inmobiliarias y, al mismo tiempo, contabilizar como activos los créditos concedidos a esas sociedades. Bancaja ha reconocido 3.351 millones de euros en ese tipo de participaciones en su último balance.

Entre ellas figuran CISA (Cartera de Inmuebles, S.L.) o Deproinmed. Según las cuentas de la inspección, CISA ha recibido como préstamos 800 millones de euros en 2008; 1.100 en 2009 y 1.600 en 2010 dinero que debería ser provisionado en parte pero que la contabilidad oficial ha recogido como “activos” puesto que se contabilizan como deudas de empresas que Bancaja debe cobrar.

Incluso sin incluir esas partidas, la caja se encuentra ahogada en ladrillo. Según sus cifras oficiales, dos de cada tres créditos que ha dado son hipotecarios. En total ha concedido 46.360 millones de euros en hipotecas, más de un 70% del crédito total que otorgó.

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