El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha advertido de que la "materialización" de varios de los riesgos a la baja que amenazan el crecimiento de la economía de la zona euro podría conducir al bloque del euro a una "leve recesión" hacia finales de año, mientras que auguró que este debilitamiento contribuirá a mantener bajo control la inflación, que a lo largo de 2012 pasará a situarse por debajo del umbral de 2%.
"Lo que apreciamos en estos momentos es una ralentización del crecimiento que apunta hacia una leve recesión a finales de año", reconoció el banquero italiano en su primera rueda de prensa como presidente del BCE, tras un Consejo de Gobierno que decidió "por unanimidad" rebajar en 25 puntos básicos los tipos de interés, hasta el 1,25%.
El presidente del instituto emisor se mostró especialmente preocupado por la situación de la economía y aseguró que es "muy probable" que el BCE refleje en la actualización de sus previsiones macroeconómcias, que se publicarán en diciembre, este empeoramiento de las perspectivas como consecuencia de una mayor incertidumbre y la intensificación de las tensiones en la eurozona y a nivel global.
"Probablemente se llevará a cabo una significativa revisión a la baja de las previsones de crecimiento para 2012", adelantó Draghi, quien, al mismo tiempo, justificó la decisión de rebajar los tipos de interés por este empeoramiento de la actividad, que contribuirá por sí mismo a mantener bajo control los precios.
A este respecto, el presidente del BCE auguró que, a pesar de que la inflación de la zona euro, actualmente situada en el 3%, continuará por encima del objetivo del 2% durante varios meses, durante 2012 caerá por debajo de este umbral como consecuencia del previsible debilitamiento de la economía.
Asimismo, el banquero italiano afirmó que "los riesgos para las expectativas de inflación se encuentran ampliamente equilibrados", aunque advirtió del impacto negativo que puede derivarse de las subidas de impuestos indirectos en el marco de los planes de consolidación fiscal de los estados.
EL TRATADO NO CONTEMPLA LA RUPTURA DEL EURO
Por otro lado, el presidente del BCE recordó que el Tratado de la UE no contempla la posibilidad de que ningún país abandone el euro, aunque declinó entrar a valorar la situación de Grecia y la posibilidad de que el país heleno someta a referéndum el nuevo rescate pactado con sus socios y el FMI.
"La ruptura del euro no se comtempla en el Tratado", dijo Draghi, quien se limitó a señalar la "dificultad para comentar los acontecimientos políticos" en Grecia.
Asimismo, el banquero italiano retomó el discurso de su predecesor en el cargo al asegurar que el actual programa de compra de deuda en los mercados secundarios es "temporal y limitado", aunque rehusó precisar si esta rebaja de tipos aliviará en alguna medida la necesidad de que el BCE continúe adquiriendo deuda de los países de la zona euro en apuros.
"Nuestro programa de compra de valores se caracteriza por ser temporal, limitado y justificado para restaurar el funcionamiento de los canales de transmisión de la política monetaria", dijo Draghi.
Asimismo, el presidente del BCE señaló que durante años los 'spreads' de la deuda no han reflejado la verdadera situación de los países de la eurozona, con sus diferentes finanzas y perspectivas de crecimiento.
"La crisis financiera conllevó un incremento de la aversión al riesgo y que los análisis se hicieran más sensibles a las diferencias existentes, provocando una explosión de los diferenciales. Se ha pasado de infravalorar a sobreestimar la situación", apuntó Draghi.