El objetivo, según fuentes españolas, es que la crisis griega no se extienda a otros países, para lo cual es imprescindible implementar las medidas para rescatar el euro acordadas en el Consejo Europeo de la pasada semana.
En la "minicumbre", celebrada en la ciudad francesa de Cannes horas antes de que comenzara la cumbre del G20 (países desarrollados y emergentes más importantes), participaron el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel, y los primeros ministros de España e Italia, José Luis Rodríguez Zapatero, y Silvio Berlusconi, respectivamente.
También asistieron el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, del Consejo, Herman Van Rompuy, y del FMI, Christine Lagarde.
La cita estuvo influida en todo momento por la incertidumbre de la crisis griega y las noticias procedentes de Atenas sobre el futuro de Papandreu y la formación de un gobierno de unidad nacional.
La necesidad de implementar lo más rápidamente posible los acuerdos alcanzados la pasada semana en Bruselas ya fue avanzada ayer por Sarkozy y Merkel tras la reunión que mantuvieron con Papandreu, que se mostraron dispuestos a trabajar desde hoy mismo.
En dicha reunión, Merkel y Sarkozy anunciaron a Papandreu que quedaba bloqueado el sexto tramo de ayuda, de 8.000 millones de euros, hasta que se despejara la incertidumbre provocada por el anuncio de que convocará un referéndum sobre el rescate acordado en Bruselas.
Fuentes españolas dijeron que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, respalda la decisión de Alemania y Francia de congelar la ayuda financiera a Grecia mientras este país no garantice su compromiso con el euro.
Según fuentes españolas, en la reunión de hoy se acordó que el nuevo fondo contará con una entidad paralela, un vehículo de inversión especial, que funcionará como una agencia financiera y que se abrirá al capital tanto de los países europeos como de inversores institucionales.
Aunque también podrá abrirse al capital de los países emergentes, hasta el momento estos no han mostrado mucho interés en participar en él.
Todos los participantes resaltaron la necesidad de que se activen las medidas "lo antes posible", como la única manera de proteger de la crisis de la deuda al resto de países de la eurozona, fundamentalmente España e Italia, los países más afectados.
La minicumbre del eurogrupo duró más de lo previsto y no tuvo "ningún tipo de estructura", según comentó a Efe una portavoz comunitaria para justificar la larga duración de la misma.
La conferencia de prensa que tenían previsto dar Jose Manuel Durao Barroso y Van Rompuy fue aplazada "indefinidamente", ya que, según fuentes comunitarias, la reunión se solapó con la llegada de los máximos mandatarios del G20.
Pero tampoco emitieron una declaración conjunta, que en principio prometieron, sobre la crisis del euro y la reunión de este eurogrupo reducido.
La reunión del G20, que comenzó este mediodía, está fuertemente condicionada por lo sucedido en la eurozona.
En unas declaraciones a la prensa, el presidente de EEUU, Barack Obama, reiteró hoy su llamamiento a poner en marcha el plan europeo contra la crisis de la deuda de manera "efectiva".
Tras una reunión con Merkel, Obama dijo sobre el plan que "es necesario garantizar no sólo la estabilidad de la eurozona, sino la estabilidad del sistema financiero".
Según Obama, la situación europea es el principal asunto que se abordará en el G20, cuyo objetivo fundamental es discutir formas para reactivar la economía mundial.
El gobierno japonés no descartó que su país invierta en el nuevo fondo de rescate europeo, aunque exige antes a Europa que ponga en marcha de manera "creíble y viable" la ayuda a Grecia, según un portavoz.
En Bruselas, una portavoz comunitaria afirmó que Grecia no podrá salir del euro sin abandonar también la Unión Europea, según establece el Tratado de Lisboa.
"El Tratado (de Lisboa, adoptado en 2009) no prevé una salida de la eurozona sin abandonar la Unión Europea (UE); ésa es la situación actual", afirmó la portavoz.