El PP ha sentado doctrina en su programa electoral respecto a ETA. "No negociaremos con los terroristas ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese", afirman tajantes en el primer punto de las medidas a tomar contenidas en el capítulo "La derrota del terrorismo". Pero quizá lo más llamativo no es tanto lo que dice como lo que obvia y es que en ningún momento hace referencia a la exigencia de perdón por parte de los etarras a sus víctimas como condición indispensable para abordar la administración del fin de ETA.
El texto explica que la clave de la desparición completa de ETA "está en el acuerdo de los demócratas, en la fortaleza del Estado de Derecho, en el apoyo y memoria de las víctimas y en el reconocimiento y la reparación del daño causado". En el mismo párrafo se vuelve a hacer alusión a esta idea cuando señalan que la democracia "sólo puede asumir un fin sin impunidad; un final que no abra la puerta a la legitimación de la violencia terrorista sino que exija el reconocimiento del daño infligido", sin alusión a la petición de perdón, que ha sido una de las banderas de los populares.
Ya el pasado viernes, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, afirmó en una entrevista en "El País" que "más que perdón hay que hablar de reconocimiento del daño causado". Arguía que con el perdón "a la otra parte la pones en situación de responderte. A ninguna víctima se la debe poner en situación de responder a una situación de perdón. Lo que hay que hacer es reconocer el daño causado, un daño irreparable para muchas personas", tesis asumida por el PP en su programa electoral.
Lo llamativo es que la Ley sí exige la petición expresa de perdón para que los presos etarras puedan disfrutar de ventajas penitenciarias --acercamiento a cárceles del país vasco-- y mucho más para medidas de gracia --indulto total o parcial-- o para acceder a la libertad condicional. Los presos etarras que han sido acercados a la prisión alavesa de Nanclares no sólo han hecho una dclaración expresa de rechazo de la violencia, sino que han asumido además las responsabilidades civiles que conllevan sus delitos y han pedido perdón a sus víctimas.
¿Futuros presos comunes?
La posible desaparición de ETA está abriendo otros debates jurídicos sujetos a interpretaciones. Uno de ellos señala que si la banda desapareciera del mapa, los presos etarras pasarían a tener trato de presos comunes, por lo que podrían salir de permiso tras haber cumplido la cuarta parte de la condena o acceder a la libertad condicional habiendo cumplido dos terceras partes de prisión y no tres cuartas partes como se exige a los terroristas. Además, sin las órdenes de la banda, que les impedía participar en la vida carcelaria, tendrían en su mano crear las bases para acceder al segundo grado.
El programa con el que el PP se presenta a las elecciones agrega, respecto a las víctimas, que asegurarán su derecho "a la dignidad y a la memoria y a la reparación a través de la justicia así como el reconocimiento y cercanía que merecen. Han sido y seguirán siendo el gran referente de todos los españoles ante el desafío de la violencia terrorista". Mariano Rajoy se reunió el pasado jueves con la presidenta de la AVT, María Ángeles Pedraza, para tranquilizarle respecto a la interpretación que hace el PP del comunicado de ETA y su cese "definitivo" de la violencia. Allí le aseguró, según explicó la propia Pedraza, que no habrá jamás ningún tipo de negociación ni de concesión a los terroristas de ETA.