El Banco de Valencia ha estado tradicionalmente muy vinculado a Bancaja, entidad que hoy en día está integrada en Bankia, junto a Caja Madrid y otras cinco cajas de menor tamaño. De hecho, el último presidente que tuvo Bancaja, José Luis Olivas -hoy vicepresidente ejecutivo de Bankia- era hasta que dimitió hace 10 días presidente también del Banco de Valencia.
No obstante, la situación ha cambiado tras la integración de Bancaja en Bankia. La matriz indica que "BFA nunca ha participado en la gestión del Banco de Valencia, que es totalmente independiente".
BFA participa en el Banco de Valencia a través de Bancaja Inversiones SA (BISA), de la que tiene el 70 por ciento. Esta sociedad cuenta a su vez con el 39 por ciento del Banco de Valencia, por lo que la participación contable de BFA se diluye al 27,5 por ciento.
La cotización de la entidad valenciana fue suspendida hoy por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre sus acciones.
El diario El Mundo publica hoy que el Banco de Valencia tiene unas necesidades de capital de 600 millones de euros, y que el Banco de España está al tanto de esta situación y le está exigiendo un plan de recapitalización y de saneamiento antes de que acabe el año.
Hace diez días, el presidente del Banco de Valencia José Luis Olivas dimitió del cargo alegando que era incompatible con su posición en el grupo, dado que es vicepresidente ejecutivo de Bankia y del BFA. Le sustituyó Aurelio Izquierdo.
Olivas no comunicó su decisión de dimitir como presidente del Banco de Valencia a Rodrigo Rato, presidente de BFA, aunque ambos sí habían hablado de la compatibilidad de los puestos, según recuerda El Mundo.
Suspendida de cotización por la CNMV
Los títulos de la entidad han sido suspendidos antes de la apertura, sin que el organismo supervisor del mercado haya indicado cuándo volverán a cotizar. Las acciones de Banco Valencia, integrada en Bankia, cerraron el viernes a 0,87 euros. El Banco de Valencia cuenta con un ratio de capital del 7,36 por ciento, por debajo de lo exigido por el Banco de España al resto de entidades cotizadas.
Además, la entidad valenciana podría tener importantes problemas de morosidad, con un índice cercano al 7 por ciento, por encima de la media del sector, y una exposición creciente al "ladrillo", con créditos que sumarían 3.187 millones de euros, de los que 521 son morosos.
En el caso de que la entidad fuera obligada a recapitalizarse, se desconoce cuál sería el impacto en las cuentas de BFA.