El Ibex 35 ha cedido un 0,36% al cierre de jornada, arrastrado por la presión de los inversores sobre la deuda italiana y española, a pesar de la intervención del BCE en los mercados secundarios, aunque ha logrado mantener la cota de los 8.300 puntos (8.310 enteros).
De los grandes valores del selectivo, sólo Telefónica y Santander esquivaron el rojo, con subidas del 0,36% y del 0,04%, respectivamente. Repsol se dejó un 1,85%, BBVA, un 0,49%, e Iberdrola, un 0,33%. Los mayores recortes los protagonizaron Amadeus (-2,94%), Repsol y Ebroo Foods (-1,60%), en tanto que las mayores subidas se las anotaron Caixabank (+2,91%), FCC (+1,15%) y Abertis (+1%).
En el resto de principales plazas europeas, la Bolsa de Portugal cedió lo mismo que el Ibex (-0,3%), caídas que se acentuaron en Londres y París, con retrocesos del 0,4%. El Dax de Francfort ganó un 0,6%, mientras que Italia, alentada por la próxima salida de Silvio Berlusconi del Gobierno, repuntó un 1%.
En el mercado de deuda pública, las primas de riesgo española e italiana escalaban hasta los 412 y 518 puntos básicos, después de que la compra de deuda pública por parte del BCE lograra rebajar los diferenciales de estos países por debajo de los 500 y los 400 puntos básicos, tras marcar máximos históricos en la apertura.
Los analistas coincidieron en señalar a Berlusconi como principal causa de la presión al conjunto del euro: "Si durante los próximos días Italia acelerase la implementación de los ajustes, Berlusconi dejase el cargo y un nuevo primer ministro resultase nombrado, el escenario resultante sería más propicio que el contemplado hace dos semanas", explicó el estratega de mercados de IG Markets Daniel Pingarrón.
1,4 MILLONES PARA RESCATAR A ITALIA
Desde Fidelity advirtieron de que si la UE y el FMI deben acudir al rescate de Italia, el desembolso ascendería a 1,4 billones, cifra superior incluso a la dotación calculada para el fondo de estabilidad financiera, por lo que aconsejaron elevar éste "al menos" a dos billones.
Es más, para Fidelity, sólo el BCE tiene la capacidad suficiente para resolver la crisis de deuda pública que azota al euro, a pesar de que la institución presidida por Mario Draghi no está por la labor de actuar como prestamista de "último recurso".
Ahora bien, el "pánico" al colapso de la deuda italiana, además de haber provocado un cambio en la política del BCE, con bajada de tipos incluida, puede haber presionado a Alemania a replantearse su oposición total a nuevas políticas expansivas y a los conocidos como eurobonos, valoró Pingarrón.
En el mercado de divisas, el euro continuaba perdiendo posiciones respecto al dólar y al cierre de jornada el cambio entre las dos monedas se quedaba en 1,3567 'billetes verdes'.