Según la cuenta de resultados a 30 de septiembre, la farmacéutica obtuvo un resultado neto de 88,8 millones de euros, frente a los 121 del mismo período de 2010, lo que supone una disminución del 26,6 %.
Por su parte, las ventas netas caen también un 12,5 % y alcanzan un valor de 591,9 millones de euros; mientras que el ebitda (los beneficios antes de intereses y amortizaciones) se sitúan en 148 millones de euros, un 23,2 % menos.
El margen bruto se sitúa en 371 millones de euros y representa el 62,7 % de las ventas, mientras que los gastos en I+D llegan a los 97,3 millones de euros, lo que supone el 16,4 % de las ventas.
El consejero delegado de Almirall, Eduardo Sanchiz, ha asegurado que la compañía está centrada en la gestión de costes y en el crecimiento de su negocio internacional, por lo que prevé alcanzar las previsiones de beneficio pese al entorno "de gran complejidad".
En esta línea, se ha marcado como prioridad para los próximos meses asegurar los lanzamientos que tienen previstos (el aclidinio y la linaclotida) que, a su juicio, tienen un "potencial de ventas sin precedentes".
Respecto a las previsiones para el período 2012-14, la farmacéutica confía en que las ventas se comporten como las de 2011 y empiecen a acelerarse de manera significativa en 2013 y 2014, para poder así ver un crecimiento de los resultados en 2014.