El recién designado vicepresidente ejecutivo se ha fijado como objetivo de su tarea impulsar la marca 'made in Spain' en el sector de la automoción. Armero, que compareció en conferencia de prensa acompañado del presidente de Anfac, Francisco Javier García Sanz, para presentar las líneas básicas del nuevo plan estratégico de la asociación, apuntó que la meta es "fabricar más y mejor en España", y convertir al mismo tiempo la asociación que dirige en "un referente de una España más moderna y competitiva".
Asimismo, destacó la apuesta de la industria automovilística por España, como lo demuestra la inversión de 6.500 millones de euros comprometida en los últimos cinco años, la adjudicación de doce nuevos modelos a plantas españolas o la mejora de los procesos.
"El automóvil es un sector líder, el principal representante de la inversión extranjera en España --prosiguió-- y necesitamos más economía productiva, mantener y proyectar el crecimiento en el sector industrial".
Cambio de Gobierno
Por su parte, García Sanz considera que la prioridad ahora es trasladar al futuro Gobierno las necesidades del sector para garantizar su estabilidad a medio y largo plazo. A su juicio, la automoción necesita reformas estructurales para recuperar el mercado, mejorar la competitividad y crear empleo.
En el ámbito del mercado propuso planes fiscales a largo plazo que dinamicen el consumo, un plan de achatarramiento y la reforma del sistema financiero para que fluya el crédito. En el campo de la competitividad, ve necesario avanzar en logística y mantener el esfuerzo inversor en I+D+i. Por último, en relación al empleo, aboga por una reforma laboral "en profundidad" que prime el convenio de empresa.
García Sanz cree que 2011 ha sido un año "desastroso" para el automóvil en España, si bien las fábricas han logrado mantener el empleo gracias al tirón exterior. En relación con 2012, vaticinó: "los que estamos en Europa, especialmente en España, nos vamos a tener que apretar el cinturón bastante".
En este sentido, advirtió de que si el mercado nacional sigue en los actuales niveles, existe un riesgo de que se frenen futuras adjudicaciones a las plantas españolas. "Se produce donde hay mercado", enfatizó el ejecutivo, quien cifra entre 1,3 y 1,5 millones de matriculaciones anuales el volumen natural de ventas para un país como España.