En apenas una semana, los cálculos que anunciaba el Banco de España sobre la pérdida esperada en la CAM han quedado en evidencia. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), parapetado en una auditoría de Ernst&Young, aseguró que la minusvalía potencial de la caja alicantina alcanzaría los 5.500 millones de euros. La cifra, sin embargo, asciende a los 17.000 millones, según los datos internos que maneja el propio Sabadell.
En un acto en Madrid, su consejero delegado, Jaume Guardiola, aseguró que la pérdida esperada en la CAM "se acerca más a 17.000 millones de euros que a los 5.500 millones". Guardiola no quiso precisar en mayor medida la pérdida potencial en la caja intervenida por el Banco de España el pasado 22 de julio y adjudicada al Sabadell en subasta competitiva el pasado 7 de diciembre, pero bromeó con que entre dichas cifras está la de 12.000 millones de euros.
A esos 17.000 millones, de los que recuperará una parte cuando venda los activos que vaya embargado, hay que sumar los 5.249 millones que inyectará el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) antes de que el Sabadell desembolse un euro para comprar la CAM. De esta manera, como publicó ayer este diario, la factura de la CAM acabará con la bolsa actual de 6.500 millones del FDG, por lo que serán necesarias aportaciones extras del sector financiero para cubrir el resto de procesos de adjudicación.
Varios informes de diferentes analistas, a pesar de no llegar a esos 17.000 millones, si se mueven en el entorno de los 14.500 millones. Así lo calcula la firma Keefe, Bruyette&Woods, expecialistas en servicios financieros, que realiza un prolijo informe sobre esta adjudicación.
Mientras, el informe del BBVA Research, entidad que decidió no presentar una oferta vinculante por la CAM, calcula unas minusvalías de 11.701 millones en esa cartera protegida de activos problemáticos de la CAM de 24.000 millones, constituida entre crédito promotor, suelo, edificios y obra en curso, así como préstamos para compra de vivienda y refinanciaciones, entre otros activos. Para Credit Suisse, las minusvalías ascienden a 15.833 millones, una vez descontados los 3.882 millones de provisiones de la CAM. "El volumen de pérdidas que manejábamos nosotros se movía en el entorno de los 14.000 millones, por eso nos quedamos sorprendidos cuando escuchamos los cálculos que esgrimió el FROB", explican desde una entidad que se retiró del proceso final.
De esos 17.000 millones de pérdidas, que se asumirán en los próximos diez años, el Sabadell tendrá que cubrir el 20%. Es decir: 3.400 millones. El mismo cálculo que publican tanto BBVA Research como Bruyette&Woods en sus informes. Credit Suisse aumenta la cantidad en 500 millones porque razona que esa cantidad es la que tendrá que cubrir el Sabadell de la cartera de préstamos no cubierto por el EPA que asciende a 36.156 millones.
Todas estas cifras van en consonancia con los 3.100 millones de ampliación de capital que la entidad detalló en su presentación a analistas el día posterior a la adjudicación de la caja alicantina. De esos, 3.100 millones, 2.100 millones se generarán de forma interna a través de la transformación de preferentes en bonos convertibles en acciones tanto del Sabadell, como de la CAM, a partir de marzo, cuando la entidad catalana se haga cargo de la caja alicantina. Para conseguir los otros 1.000 millones, el Sabadell acudirá al mercado. "Notamos que hay apetito inversor para esta operación", explicaba ayer Guardiola.
Abierto a nuevas compras
Aunque, a corto plazo, la gran prioridad del Sabadell es la integración de la CAM en su estructura, los responsables del banco catalán no descartan nuevas operaciones corporativas en el futuro. Así lo aseguró ayer su consejero delegado. "A corto plazo, la CAM es un factor limitativo para efectuar nuevas compras, pero no en el medio plazo", explicó Jaume Guardiola.
Precisamente, su última adquisición, la CAM ha llevado a la agencia de calificación Fitch ha poner en perspectiva negativa, lo que podría derivar en una rebaja a corto plazo, el 'rating' de la deuda a largo plazo (BBB+) del Sabadell, ante el "elevado riesgo" al sector inmobiliario de la entidad alicantina.
Fitch fundamenta su decisión en los "desafíos" que afronta la entidad presidida por Josep Oliu: "La integración se producirá en un entorno difícil", sentenció una de las tres agencias que dominan el mercado de medición de riesgos, al tiempo que puso el acento en las dificultades de las entidades en acceder a los mercados mayoristas.
Fitch certificó la experiencia de Sabadell en las integraciones, si bien apuntó que la CAM ha sufrido un deterioro "significativo" durante este ejercicio.
No obstante, la firma mantiene la nota de la caja alicantina ante su integración en el negocio de la entidad catalana y el respaldo del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD).