Banco Popular seguirá la senda trazada por el Santander, BBVA, Sabadell y La Caixa con sus preferentes. En las próximas fechas anunciará la conversión de sus participaciones preferentes en manos de los clientes (1.300 milllones de euros) en algún tipo de instrumento, como bonos convertibles o acciones. De hecho, el consejo de administración de la entidad, que se celebra ayer, abordó los términos en que se realizará dicha conversión. Esta no podrá ser efectiva hasta que no concluya el proceso de compra del Pastor, previsto para febrero, puesto que cualquier emisión de acciones (o bonos convertibles) afectaría al canje de la operación de compra.
Como el resto de entidades sistémicas españolas, el Popular ejecuta esta medida para lograr más capital de alta calidad con el que llegar a esa exigencia del 9% de Tier 1 impuesto por la Autoridad Bancaria Europea, tras los test de estrés de deuda soberana del pasado mes de noviembre. "El canje de las preferentes es una forma sencilla de convertir este instrumento en capital de alta calidad. De llevarlo a cabo, lo haríamos como el resto de grandes entidades", anunciaba Jacobo González-Robatto, director general corporativo y de finanzas, durante la Junta General Extraordinaria de Accionistas, celebrada ayer en Madrid. El Popular tiene unas necesidades de capital de 2.581 millones de euros para cumplir con los nuevos requisitos de la EBA del 9%.
La medida responde a la petición realizada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a todas las entidades y pretende dar liquidez a las preferentes evitando que los inversores registren pérdidas. "Al igual que el resto de la gran banca española, lo lógico es que el Popular pague el 100% de la inversión original a sus clientes", explican desde un banco competidor.
BBVA, el primero en convertir
BBVA fue el primero en plantear el canje de cerca de 3.500 millones por obligaciones necesariamente convertibles en acciones. Las preferentes se emitieron durante 2002, 2003, 2004 y 2008 y pagan una rentabilidad anual del 3,5%, inferior a la de la deuda pública a un año. Santander y Sabadell también han planteado dos operaciones similares, con el matiz de que canjearán las preferentes directamente por acciones.
En el caso de Santander estas pagan el euríbor a tres meses más un diferencial de 2,2 puntos porcentuales; es decir, un 4,4% anual. Santander ofrece un canje que respeta el 100% del nominal de las preferentes. Pueden indicar a Santander su intención de acudir al canje desde hoy y hasta el 23 de diciembre. Recibirán a cambio acciones que se valorarán teniendo en cuenta la media de los precios medios ponderados de la acción desde hoy hasta la sesión en la que se cerrará la oferta. El canje se realizará el 30 de diciembre, pero las acciones pueden tardar en cotizar hasta seis días hábiles.
El banco que preside Josep Oliu ha propuesto el canje de 850 millones en preferentes, con rentabilidades que oscilan entre el 1,72% y el 7,75% anual. Los inversores podrán solicitar el canje desde hoy hasta el día 30. En este caso, la operación se divide en dos fases. En la primera, se abonará en acciones de Sabadell el 90% del importe. La segunda fase es un premio para los inversores que hayan conservado las acciones de Sabadell hasta el 14 de diciembre de 2012, que recibirán una rentabilidad adicional del 12%.
La Caixa ha sido la última entidad de la gran banca española en anunciar la conversión de sus preferentes. La operación se articula en un 30% de títulos convertibles en acciones y un 70% de deuda subordinada. Si todos los dueños de las preferentes aceptan el cambio, el volumen de la operación ascenderá a 4.897 millones de euros.
La operación está destinada a quienes compraron tres emisiones de preferentes de la entidad (1.000 millones de euros en el 1999, 2.000 millones en el 2000 y cerca de 1.900 millones en el 2009). El interés de la deuda para los dos primeras será del 4%, frente al 3% que reciben actualmente por sus participaciones, mientras que para la tercera se mantendrá en el 5%. El canje se realizará por el 100% de la inversión original de los clientes, pese a que las preferentes cotizan con descuentos en los mercados secundarios.