España

Cataluña estudia la normativa vasca que permitirá fumar porros

Aunque el departament de Salud de la Generalitat lo niega rotundamente, el Ejecutivo catalán, presidido por Artur Mas, está interesado en la normativa vasca que tolerará el consumo de cánnabis en determinados ámbitos. Así lo ha podido saber Vozpópuli. La Generalitat, de hecho, habría llamado a numerosas asociaciones cannábicas para informarse del asunto.

Aunque el departament de Salud de la Generalitat lo niega rotundamente, el Ejecutivo catalán, presidido por Artur Mas, está interesado en la normativa vasca que tolerará el consumo de cánnabis en determinados ámbitos. Así lo ha podido saber Vozpópuli. La Generalitat, de hecho, habría llamado a numerosas asociaciones cannábicas para informarse del asunto.

Enredada en una espiral trepidante de recortes públicos, Cataluña quiere explorar nuevas vías que permitan obtener más ingresos como sea. En este sentido, un estudio en Francia dirigido por el prestigioso economista Pierre Kopp cifraba en –como mínimo- mil millones de euros la recaudación que conseguiría París si la marihuana y el hachís fuesen legales.

El proyecto de ley de adicciones vasco no llega a tanto: regulará el "cultivo, la venta y el consumo" de cánnabis, que en la práctica consistirá en una red de clubes privados que gestionarán plantaciones colectivas de cánnabis. La marihuana y el hachís cosechados serán para uso exclusivo de los socios, que son quienes sufragan las plantaciones a través de las cuotas. Una práctica que ya se da y que se quiere normalizar. "Es mejor ordenar, que prohibir conductas que existen ya consolidadas en la sociedad", declaró el viceconsejero vasco de Sanidad, Jesús María Fernández, el pasado 13 de diciembre.

No habrá 'coffee shops'

Actualmente, el actual Gobierno vasco ha encargado un anteproyecto de ley a un grupo de técnicos y expertos, cuya resolución llegará al Parlamento regional a comienzos de 2012. No será, ni mucho menos, una legalización a la holandesa, con presencia de coffee shops, una suerte de bares donde el consumo es legal hasta un máximo de cinco gramos.

No por casualidad, los primeros clubes cannábicos nacieron en el País Vasco, aunque han cobrado últimamente relevancia en Cataluña, hasta el punto que numerosas asociaciones de esta comunidad ya han contactado decenas de veces con la Generalitat, bien durante el tripartito, bien durante la era Mas. Ahora el Govern puede darles la razón. 

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