García-Margallo ha tomado posesión en una ceremonia celebrada en el Palacio de Santa Cruz, sede histórica del Ministerio y hasta donde se han desplazado, entre otros, los exministros de Exteriores Ana Palacio y Marcelino Oreja, el exalcalde de Madrid José María Álvarez del Manzano, el exdiputado 'popular' Gustavo de Arístegui y varios eurodiputados del PP.
El nuevo jefe de la diplomacia española, un veterano eurodiputado con 17 años de experiencia en la Eurocámara, ha justificado dar prioridad a la UE sobre todas las cosas porque si no se resuelven los problemas ahí, "difícilmente" se podrán resolver en España.
Latinoamérica, donde España es el segundo inversor, será la segunda zona geográfica en la que se centre el departamento, y en tercer lugar, Estados Unidos, porque éstas han sido, ha dicho, "las líneas tradicionales" de la política exterior.
Oriente Medio, el norte de Africa, las potencias económicas en Asia y la lucha contra la pobreza también serán líneas directrices de la política exterior con García-Margallo al frente, quien trabajará para "defender la marca" España, aumentar el peso de nuestro país en los foros internacionales y ayudar a los emprendedores que busquen negocio fuera de nuestras fronteras.
El nuevo ministro se ha comprometido a no llevar a cabo una política "de partido, sino de Estado", por lo que se manifestó abierto a escuchar al resto de fuerzas políticas, así como a los agentes sociales y económicos. Ha asegurado además, como también ha prometido a Rajoy, que se dejará "el alma" en el desempeño de dirigir la política exterior española.
"La cartera más bonita" para Jiménez
García-Margallo tomó la palabra después de que hablara su antecesora, Trinidad Jiménez, quien le dio la "bienvenida" a la "cartera más bonita que hay" en el Gobierno y quien se puso a su disposición para lo que el nuevo ministro pueda necesitar de ella.
Escucharon a ambos varios eurodiputados y amigos de García-Margallo, como Ínigo Méndez de Vigo, al que muchos sitúan como próximo secretario de Estado para la UE, o José Ignacio Salafranca.
También se ha podido ver al ex secretario de Estado para la UE, Ramón de Miguel o al ex secretario general de Asuntos Europeos Alfonso Dastis, quienes trabajaron para Ana Palacio.
Al traspaso de carteras también asistió el enviado especial de la UE para la 'primavera árabe', Bernardino León, así como los todavía secretarios de Estado de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo; Cooperación, Soraya Rodríguez y para la UE, Diego López Garrido.
En conversación informal con los periodistas, García-Margallo comentó que la elección del nuevo Gobierno por parte de Rajoy ha sido la más discreta de las que se recuerdan y avanzó que le llevará algunas semanas proceder a los nombramientos de los tres secretarios de Estado que apoyarán su tarea (UE, Asuntos Exteriores y Cooperación e Iberoamérica).
No obstante, ha confesado tener claro uno de estos tres nombramientos, por lo que no ha descartado que el primer Consejo de Ministros de mañana pudiera aprobarlo. También ha revelado que ha pensado fichar para temas de comunicación a una "periodista con carácter".
Tras los discursos, diplomáticos presentes en el acto destacaban la formación y experiencia del nuevo ministro en los asuntos económicos europeos.
A Trinidad Jiménez y al secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, les gustó especialmente que el Ministerio vuelva a tener una Secretaría de Estado dedicada exclusivamente a Iberoamérica.
El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, destacó el "carácter muy europeísta" de García-Margallo y apostó por que el nuevo ministro reforzará esa secretaría de Estado, que Miguel Angel Moratinos dejó con solo una dirección general.
