Las familias y empresas españolas, según datos de Banco de España, han disminuido a lo largo de 2011 sus inversiones en instrumentos domiciliados en nuestro país por un valor próximo a los 45.000 millones de euros. Ello sugiere que parte de sus ahorros se están canalizando a través de productos ubicados en el extranjero. Con ello tratarían de proteger su dinero en el caso de que se produjeran quiebras en bancos españoles o, en una situación límite, se rompiera el euro.
Los inversores de los países periféricos del sur de Europa, temerosos de la salud de sus bancos y el futuro del euro, tienden cada vez más a esconder parte de su riqueza en divisas, propiedades, y productos de inversión fuera de su país, incluso de la zona euro.
Datos de Banco de España
Utilizando datos de Banco de España, dentro de los indicadores estadísticos, concretamente en el apartado de magnitudes financieras, podemos obtener una rápida radiografía de lo que está ocurriendo en España. Para ello no basta solo con analizar la suma los depósitos de familias y empresas no financieras y ver su evolución temporal. A lo largo del tiempo puede haber cambios en las preferencias del público entre depósitos, efectivo o participaciones en fondos de inversión.
Con el fin de tener en cuenta los posibles cambios de preferencia entre distintos instrumentos de inversión dentro del mismo país, se deberá analizar la evolución conjunta de los medios de pago -efectivo, cuantas corrientes, cuentas de ahorro, y depósitos disponibles con preaviso hasta teres meses-, otros pasivos en entidades de crédito mantenidos por empresas no financieras y familias –depósitos con preaviso a más de tres meses, depósitos a plazo, cesiones temporales y valores en entidades de crédito en poder de empresas no financieras y familias-, y participaciones en fondos de inversión domiciliados en España.
Tal como se puede ver en el gráfico adjunto, desde marzo de 2011 se produce un cambio de tendencia, concretamente una caída abrupta. El último dato disponible, noviembre de 2011, además de ser negativo y reflejar, implícitamente, una salida de dinero hacia productos ubicados fuera de España, alcanza un mínimo histórico en términos interanuales de -2,36%. Coincide con las tensiones alrededor de la zona Euro, y la situación del sistema bancario europeo y español. Por lo tanto, sí que deberíamos preocuparnos por esta dinámica
Desconfianza en el sistema financiero o ruptura del Euro
Los ciudadanos con mayor formación financiera, según explican fuentes del mercado, “han estado pidiendo asesoramiento a sus abogados y/o banqueros de referencia sobre las distintas formas posibles de proteger su dinero en el caso de que se produzcan quiebras en bancos o, en una situación límite, se rompa el euro”.
Por lo tanto dos son las razones que mueven a estos inversores españoles. Por un lado, la desconfianza en el sistema financiero, y, por otro lado, sobretodo, un temor a una ruptura del euro. En este último caso, si se produjera, los españoles tendríamos unos billetes en euros que probablemente habría que cambiar en los Bancos o en Banco de España al tipo de cambio oficial fijado por las autoridades, una especie de corralito.