España

El Gobierno legislará en solitario los platos fuertes de la negociación colectiva

Roto desde el inicio, el aparente consenso entre los agentes sociales para reformar el mercado de trabajo se desinfla estos días cual flotador aguijonado. El viernes vence el plazo dado por Rajoy a CCOO, UGT y CEOE y todo apunta a que el grueso del meollo no se pactará, a saber: abaratar (aún más) el despido y la negociación colectiva (salarios y contrataciones).

Roto desde el inicio, el aparente consenso entre los agentes sociales para reformar el mercado de trabajo se desinfla estos días cual flotador aguijonado. El viernes vence el plazo dado por Rajoy a CCOO, UGT y CEOE y todo apunta a que el grueso del meollo no se pactará, a saber: abaratar (aún más) el despido y la negociación colectiva (salarios y contrataciones). Una idea que fue recogida por este medio a finales de 2011, hace semana y media escasa.

Los agentes sociales dan por fracturado el núcleo duro de la negociación colectiva, pero no el blando. Fuentes sindicales y patronales confirman pactos en temas menores, como se ha ido conociendo en las postrimerías del diálogo social. Ahí están el mayor control que ejercerán las mutuas sobre el absentismo –aunque seguirán sin poder dar el alta laboral-, la reducción de un par de “macropuentes” al año y la resolución extrajudicial de conflictos.

También habrá confluencia en algunos aspectos de la negociación, como el descuelgue de los convenios provinciales en favor de los sectoriales o de empresa. Y luego hay temas que se hallan en una suerte de nebulosa, caso de la formación continua. Algunas voces negociadoras aseguran que pedirán al Gobierno una prórroga sobre esta cuestión. Ayer por la tarde los actores sociales mantenían una nueva reunión.

Posiciones encalladas

Cuando la titular de Trabajo, Fátima Báñez, tomó posesión, anunció que su ministerio sería “el del diálogo social”. Sindicatos y patronal celebraron las palabras y arrimaron el hombro. Pero la realidad es que las posiciones de ambas partes encallaron hace tiempo.

El último bandazo tiene que ver con los salarios. Los sindicatos ya habían aceptado que éstos creciesen hasta 2014 por debajo de la inflación, pero la CEOE planteó el jueves, según publicó El País, su congelación durante 2012 y 2013. CCOO y UGT entienden que aceptar esto es poco menos que imposible, ya que ni los convenios pactados ni los caducados contemplarían esta posibilidad. Además, consideran que han hecho a la patronal demasiadas concesiones.

“Los sindicatos son amigos de decir: cedemos en esto, a cambio de aquello. Pero no entienden que hay cosas que el mercado no puede dar”, responden en CEOE. Esta discusión fue abordada en el encuentro mantenido ayer.

Algunos dirigentes de las centrales sindicales evocaron el recuerdo de junio de 2011, cuando un giro inesperado de la CEOE provocó el descarrilamiento de la negociación colectiva en el tiempo de descuento. Pero predomina la cautela. “Mientras haya plazo, hay que negociar”, dice un implicado. Por lo pronto, el vicepresidente de la CEOE y presidente de la patronal madrileña (CEIM), Arturo Fernández, avisó ayer de que no firmaría una reforma laboral “escasa”. Y Fomento del Trabajo –la patronal catalana-, en boca de su presidente, Joaquim Gay de Montellà, dio por hecho que la reforma será por decreto.  

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