Portugal colocó hoy mil millones de euros en deuda pública a tres meses, a cambio de un interés medio del 4,34 por ciento, menor que la tasa registrada el pasado diciembre (4,87 %) y la más baja de los últimos nueve meses.
Según los datos del Tesoro luso, se vendió además el máximo previsto de la emisión, la primera del año, y la demanda aumentó respecto a la última subasta y pasó de ser 2 veces superior a la oferta a 2,4 (demanda de 2.391 millones de euros frente a los 1.000 colocados).
Fuentes del mercado saludaron el resultado, en línea con lo esperado debido al reciente rendimiento positivo de las obligaciones lusas en el mercado secundario.
La rentabilidad de los títulos portugueses a dos años bajaron esta mañana 111,4 puntos básicos respecto al bono alemán -el de referencia en Europa- y se situaron en el 14,98 por ciento, frente al 16,09 % de la sesión de ayer.
El resultado de la subasta es el mejor desde abril de 2011, cuando Portugal claudicó financieramente y solicitó ayuda financiera para hacer frente a sus necesidades de financiación.
No obstante, las tasas de rentabilidad a tres meses en el mercado primario está consideradas como altas, pues han subido más del triple desde noviembre de 2010, cuando el interés que pagó el Estado luso se situó en el 1,81 %.
El Instituto de Gestión de la Tesorería y el Crédito Público (IGCP) divulgó recientemente las necesidades de financiación a corto plazo durante 2012, que las tasó en 17.400 millones de euros.
En 2011, el Estado luso recurrió al mercado para lograr 22.678 millones de euros en obligaciones a tres y seis meses.
Desde que Portugal firmase el pasado mayo un préstamo de 78.000 millones de euros concedido por la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), dejó de acudir al mercado para financiarse a largo plazo -a partir de un año-, aunque sigue subastando deuda pública a corto plazo.