El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha incidido en el interés de todos los países de la eurozona en que los Gobiernos de España y Francia tengan éxito en la resolución de sus problemas, porque todas las economías de la unión monetaria están "interrelacionadas", al mismo tiempo que ha reclamado "sangre fría" ante las decisiones de la agencias de calificación.
En una rueda de prensa junto al presidente español, Mariano Rajoy, Sarkozy insistió en que si España e Italia no tienen éxito en mejorar la situación de sus economías, todos los países de la eurozona se verían afectados. "La implicación de la economía de Francia con la economía española, la igual que con la economía italiana, hace que seamos solidarios", añadió.
En esta línea, el mandatario francés subrayó que las implicaciones entre los países de la unión monetaria son tales, que si Francia tiene un problema, también lo tendría la economía alemana.
Asimismo, Sarkozy defendió que las agencias de calificación no son quienes tienen que definir las políticas económicas de los países, e instó a reaccionar "con sangre fría" a sus decisiones y "dando un paso atrás" para ver el trasfondo de las cosas.
A este respecto, aseguró que las decisiones de las agencias son "elementos interesantes" que se deben tener en cuenta, pero remarcó que tampoco hay que sobreactuar ni "volverse loco" porque una de estas entidades haga un comentario en un sentido u otro.
Además, recalcó que ni la rebaja de Standard & Poor's ni la confirmación de la 'triple A' por parte de Moody's "cambian nada", y tanto Francia como la eurozona en su conjunto deben reducir el déficit, recortar el gasto y mejorar su competitividad para volver a encontrar el camino del crecimiento.
A este respecto, Sarkozy incidió en que no tiene intención de tener en cuenta lo que dicen "unos y otros", sino la economía real, caracteriza por "demasiado déficit, demasiados gastos y la falta de un crecimiento suficiente".