El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, ha afirmado este lunes en el Parlamento Europeo que conviene "aprender a funcionar sin dar tanto peso a las evaluaciones" de las agencias de calificación.
"Reguladores, inversores y bancos han de ser más independientes de esas evaluaciones. Esa es la actitud que ya lleva aplicando en los últimos años el BCE", ha explicado el presidente del Banco Central Europeo, tras el mazazo a la deuda soberana de la Eurozona por parte de la agencia de calificación anglosajona Standard & Poor's.
Draghi ha acudido a la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, donde ha pedido ampliar el fondo de rescate de la UE con el objetivo de que pueda recapitalizar bancos de países con problemas que no están sujetos a planes de asistencia financiera, en referencia a España e Italia.
"Ampliar la capacidad del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) podría facilitar la recapitalización de los bancos en países que no están sujetos a un programa", ha dicho Draghi durante su intervención. "Necesitamos restaurar la confianza en la deuda soberana y garantizar que los cortafuegos de la UE están operativos y bien equipados con un mandato eficaz y flexible", ha agregado.
Empeoramiento de la crisis de deuda
"Nos encontramos en una situación muy grave y no hay que ocultar este hecho", ha resaltado el presidente del BCE, para quien la crisis de deuda "ha empeorado" en las últimas semanas.
"En los últimos meses de 2011, la incertidumbre sobre la sostenibilidad de algunas deudas soberanas y la resistencia del sistema financiero, sumadas a malas perspectivas de crecimiento, han llevado a graves turbulencias en el funcionamiento normal de los mercados financieros y la economía real", ha apuntado.
Draghi ha subrayado que los lideres europeos han acordado un "importante pacto fiscal" y una mayor coordinación de políticas económicas, pero ha criticado la lentitud a la hora de aplicarlas. "Las decisiones sin las acciones correspondientes no son suficientes y hay que prestar la atención necesaria para aplicar las medidas en el orden correcto", ha destacado.
El presidente del BCE ha avisado también que la recapitalización de la banca europea decidida por la Autoridad Bancaria no debe realizarse a costa de una restricción del crédito. "Hay que prestar atención para evitar un proceso de desendeudamiento desordenado o excesivo", ha dicho.
Una rebaja inesperada
La Comisión Europea se mostró "sorprendida" el viernes por la degradación crediticia de Francia, Austria (que han perdido la triple A), Italia, España, Portugal, Malta, Eslovaquia, Eslovenia y Chipre, todos ellos miembros de la zona del euro, afectados por "problemas políticos, financieros y monetarios".
Entre los problemas, S&P citó las restrictivas condiciones del crédito, el incremento de las primas de riesgo, los pronósticos de débil crecimiento en la zona del euro y una "amplia y prolongada disputa" entre los líderes europeos para resolverlos.
Ni la Comisión ni el BCE podían esperar a principios de la semana pasada la rebaja de S&P, pues justo en los últimos siete días la presión a la deuda de algunos países de la zona, como Italia o España, se rebajó notablemente, lo que les permitió colocar sus emisiones con gran demanda y a menores intereses que en diciembre.
El pasado jueves, el consejo de gobierno del BCE mantuvo los tipos de interés en el 1% a la espera del efecto de las medidas que ha aplicado hasta ahora contra la crisis de endeudamiento de la zona del euro. EL BCE prevé que la economía de la zona del euro se contraiga en algunos momentos a lo largo de este año pero de forma moderada y que se estanque en el conjunto del ejercicio.
Un análisis que se aleja de la más pesimista estimación lanzada por S&P, cuyos analistas explicaron este fin de semana en rueda de prensa que hay un 40% de posibilidades de que la zona euro entre en recesión en 2012.