La entrada en recesión de la zona euro frenará la recuperación mundial hasta el 3,3% en 2012 y el 3,9% en 2013, e incrementa los riesgos a la baja por las tensiones financieras y la reducción de la demanda, según ha indicado este martes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las nuevas cifras del FMI suponen una rebaja de 0,7 y 0,6 puntos, respectivamente, respecto a los datos de septiembre pasado, y retratan un escenario sombrío que se agudiza por la entrada en recesión de la zona euro en 2012.
Se prevé que la eurozona se contraiga un 0,5% en 2012, para luego repuntar levemente en 2013 hasta el 0,8%, lo que supone un abrupto recorte de las últimas previsiones de 1,6 puntos para 2012 y 0,7 puntos para 2013.
"El aumento de las primas de riesgo soberano, los efectos del desendeudamiento de los bancos y el impacto de medidas adicionales de consolidación fiscal" son las causas de este empeoramiento del panorama europeo, asegura el informe del FMI.
Descenso en las economías más avanzadas
Las economías avanzadas bajan hasta un ritmo del 1,2% en 2012 y del 1,9% en 2013 (0,7 y 0,5 puntos menos que en octubre), desaceleración contenida por la recuperación de las economías estadounidense y japonesa.
Estados Unidos ha registrado un repunte al alza en los tres últimos meses de 2011 hasta el 1,8%, crecimiento que mantendría en 2012 (único caso entre las grandes economías en que los pronósticos de septiembre no se rebajan), gracias al gasto de los consumidores.
Japón, por su parte, ha experimentado un rebote mayor del esperado tras el terremoto de marzo pasado y su economía crecerá 1,7% en 2012.
Las economías emergentes también se ven afectadas por el contexto general de ralentización y sufrirán una ligera desaceleración hasta un 5,4% y 5,9% (0,7 y 0,6 puntos menos que en octubre) en sus perspectivas de crecimiento.
No obstante, la región asiática, con China e India a la cabeza, siguen actuando a modo de locomotoras de la economía mundial, con crecimientos sostenidos para los próximos dos años superiores al 7% de su producto interior bruto (PIB).
Como riesgos principales a los que se enfrentan las economías emergentes, especialmente en Asia y Latinoamérica, se subrayan la volatilidad de los flujos de capital y el descenso de la demanda de las economías avanzadas.
En Latinoamérica, los pronósticos de crecimiento bajan 0,4 y 0,2 puntos frente a octubre, para situarse en el 3,6% y 3,9%, respectivamente.
Brasil y México, principales economías de la región, muestran un ligero descenso de sus previsiones debido a las políticas de consolidación tomadas por los gobiernos para protegerse de la desaceleración general.
Los mecanismos de reducción de déficit pueden ser contraproducentes
Asimismo, el FMI alerta sobre la tendencia general de las economías avanzadas de fuerte reducción de sus déficit fiscales, especialmente en la zona euro y EEUU, factor que en un momento de débil crecimiento puede acabar generando efectos contraproducentes.
"Un mayor ajuste fiscal durante la ralentización podría exacerbar más que aliviar las tensiones del mercado a través de su impacto negativo en el crecimiento", precisó el informe.
Olivier Blanchard, economista jefe del Fondo, advirtió de que un "ajuste fiscal demasiado rápido puede matar el crecimiento".
Otro factor que podría ahondar en el escenario negativo es que las condiciones financieras en Europa han empeorado a consecuencia del desendeudamiento de los bancos para mejorar sus posiciones, lo que está contrayendo el flujo de crédito por parte de las entidades financieras que afecta no solo a Europa.
En este sentido, el FMI no descarta los riesgos a la estabilidad financiera internacional por el posible contagio de las tensiones de la zona euro, especialmente a Estados Unidos y otras economías emergentes.
Por ello, concluye recomendando a los gobiernos que hagan un mayor hincapié en los planes de consolidación fiscal a medio plazo, acompañen el ajuste con medidas de impulso económico e introduzcan una mayor flexibilización de la política monetaria en Europa.