Primera medida de control de gasto y los costes del sistema energético, que el ministro de Industria, José Manuel Soria, lleva anticipando en las últimas semanas. Muy en línea con el lobby de las grandes eléctricas, el Gobierno ha optado por cerrar el grifo de las subvenciones a las plantas nuevas de generación de energía renovable, cogeneraicón y quema de residuos, según ha explicado Soria en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
De esta forma, se pone así un límite a la entrada de nuevas plantas renovables en régimen de primas, en un intento de frenar el ritmo de crecimiento del déficit de tarifa (los ingresos del sistema no son suficientes para afrontar los gastos), que crece anualmente entre 3.000 y 4.000 millones (a finales de 2011 hay acumulados 24.000 milllones).
A corto plazo, esta medida -que no tiene un carácter retroactivo- afecta a proyectos de unos 550 MW solares, pro ejemplo, que se encuentran en el proceso de entrar en el registro de preasignación, el paso previo para optar a la prima renovable, y esto supondrá un ahorro de 160 millones de euros para el sistema. Y a medio plazo, supone un parón en la instalación de este tipo de plantas.
Esta moratoria, que se articula como un Real Decreto, es temporal y se enmarca dentro del compromiso del Gobierno de reducir los costes del sistema energético. El mercado espera medidas que afecten a las subvenciones del carbón, a la producción hidroeléctrica y nuclear.
El ministro de Industria, José Manuel Soria, ha insistido en que España no tiene un problema de instalación ni de generación de energía, por lo que no se pone en peligro el suministro eléctrico ni los objetivos europeos. Al contrario. Los objetivos previstos para 2010 en relación a la instalación de plantas renovables han sido superadas con amplio margen, sobre todo las instalaciones energía termosolar (Abengoa, Acciona y ACS).
Las primas del llamado régimen especial que soporta el sistema ascienden a 7.220 millones de euros, de los cuales 71% son energías renovables (27% es eólica y un 44% solar) y el 29% restante es de cogeneración y residuos (biomasa, biomas y sólidos urbanos).
De momento, las grandes eléctricas, Iberdorla, Gas Natural Fenosa y Edesa, que no quisieron realizar declaraciones, están ganando la primera batalla del recorte del coste energético.