Primero, las hipotecas ‘subprime’ y, después, la crisis griega. “Tuvimos que cambiar la política keynesiana que desarrollamos hasta 2010 porque se sembró la desconfianza en los mercados. Si no hubiéramos reaccionado, España hubiera entrado en el colapso financiero y económico porque hubiera sido incapaz de financiarse a sí misma. Sabíamos que los ajustes que decidimos iban a tener efectos electorales”, ha apuntado Zapatero como causa fundamental del desastre que cosechó su partido en las elecciones locales y autonómicas de mayo del año pasado, al que siguió el serio descalabro sufrido en las legislativas del pasado 20 de noviembre.
Zapatero ha pedido perdón por el daño que con su gestión causó a los alcaldes y presidentes autonómicos que perdieron el poder en mayo. Y también ha agradecido su lealtad. “Se la agradezco de verdad, pero ya en el 35º congreso advertí que pondría los intereses de nuestro país por encima de todo”.
El ex presidente ha reconocido el error de no haber reconocido la crisis a tiempo, pero al mismo tiempo ha considerado un exceso que se le haya exigido vaticinar a tiempo “la crisis más dura desde la gran depresión”.
Después de echar balones fuera sobre las responsabilidades que pudo tener como gestor de la crisis en la pérdida de casi todo el poder territorial del PSOE, Zapatero ha enfatizado aquellas áreas donde se siente más orgulloso de su tarea de gobierno: el fin de ETA, las políticas de igualdad, la lucha contra la violencia de género, la ampliación de la ley del aborto, el matrimonio homosexual…Al final, casi diez minutos hablando sobre los avances que ha experimentado la mujer durante su mandato, quizá un guiño consciente a Carmen Chacón, la candidata que mañana se medirá con Rubalcaba en una reñida votación.
Zapatero ha dicho que se siente profundamente agradecido a todos los dirigentes socialistas por el respaldo que le han dado en sus once años de mandato como secretario general, pero solo ha nombrado a uno, José Bono, quien le disputó precisamente el liderazgo del PSOE en el año 2000. En su opinión, ojo al dato, Bono “tiene mucho que decir en el futuro”. El ex presidente ha finalizado su intervención de más de una hora pidiendo para su sucesor en Ferraz “el mismo apoyo tan generoso que me habéis brindado a mí”.
En primera fila del hotel Reconquista de Sevilla, donde se celebra el 38º Congreso, han seguido el adiós de Zapatero a la política Felipe González, con el semblante muy serio, el comisario Joaquín Almunia y José Bono, entre otros dirigentes socialistas.