La reforma financiera que hoy será, previsiblemente, aprobada en el Consejo de Ministros quiere sacar a la luz el importante parqué inmobiliario que poseen las entidades de crédito y cuyo valor asciende a 323.000 millones de euros, según el Banco de España, y propiciar la salida al mercado de “viviendas a precios más asequibles”.
Con la aprobación del Real Decreto Ley, el nuevo Gobierno y su ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, buscan disipar las dudas que despiertan la valoración de estos activos inmobiliarios que mantienen los bancos en sus balances. Del total de los 323.000 millones de euros de activos ligados al crédito promotor, más de la mitad –175.000 millones– está catalogado como “problemático”. Lo que genera un nivel de incertidumbre que, a juicio del Ministerio, dificulta que las entidades capten recursos en los mercados de financiación mayorista. Algo que, en última instancia, repercute directamente en capacidad de los bancos para otorgar créditos hipotecarios y por tanto en las personas que desean adquirir una vivienda.
Entrevista con Financial Times
Para facilitar viviendas más baratos, y como ya lo anunciara en el diario económico británico Financial Times a principios de enero, el ministro anunció ayer un nuevo requerimiento de provisiones que asciende a 50.000 millones de euros. Criticado en su momento por dar a conocer la cifra pero no los detalles, Guindos anunció ayer el desglose: un 7% de provisión genérica para activos no problemáticos ligados a promoción inmobiliaria –alrededor de 10.000 millones de euros–; de los 40.000 millones restantes irán 25.000 millones a una provisión específica par activos problemáticos y un colchón de capital de 15.000 millones.
Como ya también ya lo adelantara en el medio económico anglosajón, Guindos recalcó ayer que esos 50.000 millones suponen solo cuatro décimas del PIB español. El ministro admitía entonces que España adolece de un problema en su sector inmobiliario, pero que este es “manejable”. Con todo, el ministro de Economía anticipó que esa manejabilidad tendría que ir asociada con una nueva ronda de consolidación bancaria. El Real Decreto Ley de hoy contempla una reforma que prevé nuevas fusiones. “El sector financiero saldrá de este proceso más fortalecido, con menos entidades pero más sólidas”, apuntó ayer Guindos.
