La periferia del euro, a pesar de su afán de austeridad para recuperar la confianza de los inversores y de los mercados, ha visto empeorar su relación entre deuda pública y PIB. La ratio no ha hecho sino aumentar en esos países, en especial en aquellos que tuvieron que ser rescatados por la troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea) debido a su incapacidad a la hora de afrontar sus compromisos de pago. Así, Grecia, Portugal e Irlanda vieron incrementar las deudas de sus Gobiernos en relación al PIB en el tercer trimestre de 2011 respecto al mismo periodo del año anterior un 20,3%, 16,5% y 18,9%, respectivamente, según los últimos datos de Eurostat. En esta ocasión, España tampoco salió bien parada aunque presentó un balance más moderado 7,3%.
Efecto bola de nieve. Así es como algunos analistas consultados por Vozpópuli llaman a este curioso fenómeno macroeconómico. Esto es, las medidas de austeridad que buscan reducir el déficit acaban repercutiendo en el crecimiento. Con la capacidad de crecimiento mermada, los recursos para pagar la deuda son menores. Si tienes déficit –gastas más de lo que ingresas– tienes que financiarte, así que la deuda aumenta. Y, por último, si los tipos de interés se incrementan, la deuda aumenta más, explica Alberto Matellán, analista macro de Inverseguros.
Romper el círculo vicioso
“En cierta manera, es un círculo vicioso”, explica Sara Baliña de Analistas Financieros Internacionales (AFI). No es raro que la ratio de deuda pública en los países periféricos haya aumentado a pesar de los esfuerzos por la austeridad, apunta la experta. Estos países presentan fuertes déficits que oscilan entre el 6% ye 8%. Un dato que evidencia la gran necesidad de financiación de la periferia. Por otro lado, Baliña explica que estos países asisten también a un importante proceso de deterioro fiscal. “Las medidas de austeridad están influyendo negativamente en la recuperación de los ingresos vía impuestos”, concluye.
“Es la paradoja de la austeridad: para ganar la confianza de los mercados y los inversores acabas deprimiendo la economía”, dice José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. “La medicina está empezando a ser contraproducente como estamos viendo los países intervenidos”, apunta. En todo caso, el experto subraya el hecho de que España se sitúa aún muy por debajo de la media de la eurozona situada en un 87,4% del PIB, con un 66%, y muy lejos también de Alemania (82%) y de Francia (86%).
Alemania deberá varia su política de actuación, a juicio de Díez. Después de que la canciller germana, Angela Merkel, y su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, amenazaran ayer a Grecia, pendiente aún de un acuerdo hoy con la troika, el experto apunta que Alemania es quien tiene la responsabilidad de romper el círculo vicioso de esta bola de nieve: “la variable de la restructuración no es cuanto está dispuesto a perder el acreedor, sino cuánto puede pagar el que debe”.