La nueva portavoz parlamentaria del PSOE en el Congreso de los Diputados, Soraya Rodríguez, se ha estrenado hoy en las habituales ruedas de prensa de los portavoces de los principales partidos políticos de la Cámara Baja, que tienen lugar todos los martes tras la reunión de la Junta de Portavoces y lo ha hecho confirmando el voto favorable a la Reforma de los socialistas, algo que ha justificado la nueva número dos del Grupo Parlamentario Socialista en que es una continuación de la impulsada por Zapatero. Sin embargo, el guante de seda de la "oposición útil" ha dejado lugar a un puño de acero en la "frontal" oposición de los socialistas a la reforma laboral y su voto en contra de la convalidación del Real Decreto aprobado el pasado viernes. Soraya Rodríguez ha dejado abierta la posibilidad de que el PSOE mande una delegación a la manifestación del próximo 19 de febrero, aunque ha remitido a lo que decida la Dirección del partido.
En opinión de la dirigente socialista, la última medida introducida por el Ejecutivo es "injusta", "desequilibrada" e "ineficaz" a la hora de crear empleo y la ha denominado como "Contrarreforma Laboral" que va a abaratar el desempleo y que rompe con el equilibrio de las relaciones entre trabajadores y empresarios. Además considera que ya se están produciendo "efectos perversos" sobre quienes todavía disfrutan de un contrato de trabajo, que a su juicio quedarían en una situación de "vulnerabilidad". En particular, ha denunciado que la citada reforma afectará también a empleados de empresas públicas y que va a haber "un ajuste presupuestario vía trabajo público". Rodríguez tampoco ha ahorrado críticas a la hora de reprochar al Ministerio de Empleo que en esta reforma el gobierno "no haya negociado nada ni llamado a nadie" y que la última modificación en la legislación laboral representa el "fín de un modelo".
Subcomisión ad hoc para la Reforma financiera
Por otra parte, ha anunciado que el Grupo Parlamentario Socialista va a proponer la constitución de una subcomisión ad hoc en el Congreso de los Diputados, de seguimiento de la aplicación de la reforma financiera. En concreto, los socialistas se han marcado dos objetivos concretos: "Vigilar" que los procesos de fusiones se adecuen a criterios de eficacia económica y las medidas de saneamiento que adopten las entidades no afecten a los usuarios.