España

Juana de Aizpuru recuerda sus mejores años como galerista en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo

Hace apenas una semana podía vérsele en la inauguración oficial de ARCO, acompañándole a los Principes de Asturias en su recorrido y luego al frente de sus galerías. Juana de Aizpuru es una mujer incombustible.

Hace apenas una semana podía vérsele en la inauguración oficial de ARCO, acompañándole a los Principes de Asturias en su recorrido y luego al frente de sus galerías. Juana de Aizpuru es una mujer incombustible.

Galerista pionera de la España de los años setenta, fundadora de la Feria Arte Contemporáneo y referente de artistas como Miguel Barceló, Aizpuru fundó su primera galería en Sevilla, en 1970, una ciudad a la que ahora devuelve su afecto con una donación de 26 obras para el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, ubicado en la Cartuja de Sevilla, antigua sede de la Bienal de Arte de la Ciudad.

Una de las características de Aizpuru ha sido su apuesta por el arte joven y las nuevas tendencias. En sus manos, artistas emergentes se han convertido en grandes nombres y figuras de la plástica. De ahí que su participación al frente de ARCO en 1982 fuera crucial para el desarrollo de la feria y aunque en 1986 se pidiera su dimisión por considerar que un galerista particular no podía llevar la dirección, muchos reconocen los aciertos de Aizpuru en esos años.

Ese espíritu y esa capacidad de anticipación de Aizpuru pueden verse en la selección de piezas donadas por Aizpuru al CACJuan Suárez, Nuria Carrasco, Gerardo Delgado, Rogelio López Cuenca, José Ramón Sierra, Claudio Díaz, Equipo Múltiple, Quico Rivas, Juan Manuel Bonet, Federico Guzmán, Pedro G. Romero, Salomé del Campo, José María Larrondo, Moisés Moreno y Gloria García Lorca.

Estas obras pertenecen a la colección particular que resumen la evolución de los artistas que ha expuesto como galerista en Sevilla desde 1966 hasta la actualidad. Las piezas están ordenadas en función de un "riguroso"  criterio cronológico y poseen, según explicó Aizpuru, un "valor representativo y entrañable".

Con esta donación, a la que se sumarán más en el futuro, Juana de Aizpuru ha afirmado que deja parte de su corazón en el CAAC, que ha definido como un centro de arte contemporáneo "único en el mundo" y con grandes posibilidades.

Tras destacar que su fondo de colección es el más amplio de todo el país, con una cantidad de obras que no sabe precisar, la galerista ha evocado la "época maravillosa" de sus primeros años en Sevilla, una ciudad que le pareció "deprimente" cuando llegó y donde luego encontró a artistas de una "generación nueva, vigorosa e inquieta" que rompían con el academicismo.

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