Ahogadas por los pagos millonarios que les adeudan las administraciones autonómicas y locales, las empresas españolas se mueven. La semana pasada fue un punto de inflexión, con dos medidas que suponen una de cal y otra de arena. Por un lado, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, avanzó el miércoles que la gran banca adelantará gran parte de los 30.000 millones que comunidades autónomas y ayuntamientos deben a sus proveedores. Por otro, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría anunció que cobrarán antes las empresas que acepten una quita, es decir, que acepten cobrar menos.
Falta precisar la letra pequeña de ambas normas, pero las patronales de los diferentes sectores prefieren no esperar sentadas a conocerla; por si acaso, tras saber lo de las quitas, aceleraron un grupo de presión que llevaba tiempo larvado en los burladeros de la CEOE: el Grupo sobre la Morosidad. Una suerte de ‘lobby’ que persigue influenciar en todas estas cuestiones para que las empresas afectadas cobren por los servicios prestados.
El Grupo sobre la Morosidad estará presidido por Francisco Jordán, a su vez presidente de Aselip, la Asociación de Empresas de Limpieza Pública. Integra a la ya citada CEOE, a Cepyme, y a las patronales de otros sectores, tales como construcción o farmacias.
"Solo transigiremos si la quita es razonable"
“Poco podemos decir ahora porque estamos pendientes de la letra pequeña”, cuentan desde el grupo. “En cualquier caso, nuestro objetivo va a centrarse en que el plan que prepara Hacienda –la banca financia a proveedores- se cumpla al máximo, y que las quitas a las deudas que otros tienen con nosotros no impliquen un daño importante a las empresas”.
El asunto de las quitas, cuenta un dirigente de CEOE, es crucial. Aunque ni la patronal ni Cepyme, encabezadas por sus líderes Juan Rosell y Jesús Terciado, se han manifestado públicamente en contra, el temor a un haircut demasiado elevado hace temer lo peor. “Solo podríamos aceptar las quitas si son razonables. Y para eso habría que estudiar sector a sector y empresa a empresa. También importa el porcentaje: no es lo mismo un 5% que un 20%”, razona el dirigente.