Mariano Rajoy reveló la semana pasada desde Colombia que tiene agenda reformista para rato. Que el suyo no es un plan improvisado que va a ir soltando a cuentagotas, sino algo meditado que durará al menos hasta el verano. Y una de esas reformas que todo el mundo sabe que en algún momento llegará es la Ley de Mutuas, otra de las reivindicaciones de la patronal CEOE que el PP puede acabar recogiendo en forma de anteproyecto.
Aunque la letra de esa ley es un misterio, hay un punto que parece seguro: que las mutuas puedan dar altas y bajas por enfermedades –contingencias- comunes, un territorio hasta ahora vedado para ellas. Una medida que se producirá en la Diputación de Málaga a partir del 24 de abril, cuando la Junta de Gobierno dé el visto bueno a esta iniciativa.
Entre otras funciones, el poder de decisión de las mutuas se limita por el momento a las enfermedades profesionales y los accidentes de trabajo. En la Diputación malagueña, presidida por Elías Bendodo Benasayag (PP), la Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales podrá zanjar también si un constipado o un conato de fiebre es motivo suficiente para no ir a trabajar.
Absentismo del 4%, según CCOO
La presidenta de la Junta de Personal de CCOO en la Diputación de Málaga, Mayte Rengel, critica duramente esta medida, según Teleprensa. “Supone una privatización del sistema público de salud, al cual se le van a detraer recursos provenientes de las cotizaciones sociales de todos los trabajadores para que sean gestionados por una entidad privada”.
Según las centrales, el absentismo en la diputación solo ronda el 4%. CCOO y el resto de sindicatos ya han anunciado protestas para revocar una decisión que en un futuro próximo puede aterrizar en toda España.