La Justicia barcelonesa ha absuelto al empresario y aristócrata Álvaro de Marichalar del presunto delito de resistencia a los Mossos d'Esquadra del que se le imputó durante una protesta independentista el 26 de octubre en la ciudad condal, en el marco del 1-O. Marichalar acudió al centro de las protestas en la Plaza de Sant Jaume con una pancarta y una bandera española, lo que llevó a los Mossos, "para preservar la seguridad física", a sacarlo de la manifestación. Fue entonces cuando la resistencia de Marichalar le valió la imputación.
La sentencia de la Audiencia de Barcelona, a la que ha tenido acceso Europa Press, constata que la presencia de Marichalar en la manifestación, con la bandera y la pancarta supuso "el riesgo de que se desencadenara un desorden público". En ese contexto, un subinspector de los Mossos le indicó que le acompañara dentro de un edificio. Allí lo acompañaron dos agentes, que acompañaron al aristócrata agarrándolo cada uno por un brazo.
Se resistió hasta tener que ser reducido
La situación se complicó cuando Marichalar, una vez en el edificio, "no quería permanecer en el interior y quería volver a la manifestación, les decía que no eran policías". Acto seguido agredió a uno de los agentes, al que le dio dos empujones. Por esto mismo los Mossos trataron de llevar al empresario a una sala apartada. Al llegar a una puerta, el acusado se golpeó en la cabeza, "lo que conllevó que lo redujesen, le pusiesen las esposas y tras caer al suelo, lo llevaron a una sala donde se quedó sentado".
El fallo absuelve a Marichalar de resistencia por el que la Fiscalía pedía una condena de nueve meses de cárcel, y también absuelve del delito de lesiones a los tres mossos que intervinieron, entre ellos el ahora inspector Jordi Arasa, que en 2020 fue apartado del orden público tras una condena por lesiones en las cargas por el desalojo de los indignados del 15M en la plaza Cataluña de Barcelona