El maquinista del tren siniestrado esta semana en Santiago, Francisco José Garzón, ha llegado a las 18:19 horas en un coche de la Policía Nacional a la sede de los juzgados de Compostela para prestar declaración sobre el accidente, a consecuencia del cual han muerto 79 personas.
Garzón está imputado de homicidio por imprudencia y deberá comparecer ante el juez Luis Aláez, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, en el que se instruye la causa del accidente. La patrulla que trasladaba al maquinista desde la comisaria hasta el juzgado ha llegado a las dependencias judiciales escoltada por un furgón policial y otro vehículo de ese cuerpo camuflado.
El coche que trasladaba al detenido entró en los juzgados por el garaje, cuya puerta estaba custodiada por tres furgones y una docena de agentes.
El maquinista fue dado de alta el sábado en un hospital de Santiago, donde estuvo ingresado con traumatismo torácico desde la noche de la tragedia, el pasado miércoles, custodiado por la Policía.
A su salida del hospital, agentes de ese cuerpo lo trasladaron a la comisaria, donde ha pasado la noche. Garzón, según explicaron diversas fuentes a Efe, se negó a declarar ante los agentes cuando éstos le comunicaron su imputación en el centro sanitario y rechazó, asimismo, ayuda psicológica mientras estuvo ingresado en el hospital.