Teodoro García Egea, quien fuese el número dos de Pablo Casado en el PP, deja la política activa un año después de que lo hiciese su jefe de filas y, en su adiós en diferido, regresa a una de sus múltiples facetas, la de doctor en Telecomunicaciones, ahora inmerso en el mundo de las criptomonedas.
Con su renuncia como diputado, García Egea (Cieza, Murcia, 1985) cierra una etapa de once años en el Congreso y en la política nacional, donde contribuyó a crear un nuevo liderazgo que después vio caer, en un final del que muchos en el PP le culparon.
Porque Egea, que dirigió la campaña de primarias de Casado cuando nadie le veía como sucesor de Mariano Rajoy, fue también blanco de muchas de las críticas internas cuando como secretario general (2018-2022) era el encargado de bajar al barro de las luchas internas, imponiendo, según sus detractores, a los candidatos del aparato.
Una de sus adversarias, Cayetana Álvarez de Toledo, le definió como una conjunción de "sonrisa Profident" y "puñal", un "valido con aspiraciones" que ejercía el poder de manera "despótica", "teodocrática" y que fomentaba el "peloteo" y la "falsa lealtad basada en el terror".
Hace un año su enfrentamiento por el poder del PP madrileño con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y con su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, precipitaron su caída y la de su jefe de filas, cuando los barones de la formación dijeron basta ya ante las acusaciones de corrupción de Génova, y Alberto Núñez Feijóo se hizo con las riendas de la formación.
Egea, el encargado de responder a las acusaciones de espionaje de Ayuso y quien anunció que se le abriría expediente, dejó la secretaría general del PP en el séptimo día de la crisis sin que su marcha fuese suficiente para conseguir la continuidad de Casado.
Entonces -febrero de 2022- mantuvo el acta de diputado, un rol en el que ha guardado discreción, evitando hablar sobre la crisis del PP o sobre el desempeño del nuevo líder, al tiempo que ha mantenido la relación con la nueva dirección.
Tampoco ha cuestionado a los actuales dirigentes del PP en su despedida, donde ha prometido lealtad para trabajar como un afiliado más.
Como legado, deja los pactos a dos bandas con Ciudadanos como socio de coalición y Vox como apoyo externo con los que logró en 2018 y 2019 los gobiernos autonómicos de Andalucía, Madrid, Castilla y León o Región de Murcia, que insuflaron aire en el partido en sus horas más bajas.
También consiguió dar la vuelta a la moción de censura de PSOE y Ciudadanos en la Región de Murcia, clave en la estrategia de absorción de los naranjas, hoy en práctica desaparición.
Además, urdió los únicos pactos del PP con el PSOE de la legislatura para renovar el Tribunal Constitucional y Radiotelevisión Española.
A su vida política, en la que debutó como concejal en su Cieza natal con apenas 22 años, hay que sumarle su carrera académica, porque García Egea es ingeniero industrial y doctor en Telecomunicaciones tras una tesis sobre inteligencia artificial.
Futuro en el sector privado
En este año como diputado, pero fuera de los focos, ha vuelto al mundo de la tecnología y en concreto al de las criptomonedas, donde ha dado charlas y acaba de publicar el libro "Criptoeconomía".
Egea ve en los criptoactivos una revolución en ciernes y quiere contribuir, dice, a paliar la brecha digital de quienes se queden descolgados ante términos como blockchain, tóken no fungible o DeFi.
Aún no ha revelado por qué empresa ha fichado en la que es una reinvención más para quien también toca el piano, es campeón del mundo en la prueba de lanzamiento de hueso de la oliva mollar chafá, o muestra en Instagram sus escapadas para pedalear y su vida con su mujer y sus tres hijos.
ypl
Mucho has tardado en irte después del espectáculo