Estamos en pleno mes de mayo y las temperaturas pueden llegar a rozar los 40 grados en algunos sitios, algo más extraordinario que cotidiano en estas fechas según la propia Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), por muy cerca que estemos del verano. Esto está pasando de manera generalizada en toda España durante esta semana, siendo Andalucía una de las zonas más castigadas.
Jueves de Corpus estable en Andalucía, con temperaturas subiendo y llegando a valores muy altos en el entorno de los 40º C en el valle del Guadalquivir. pic.twitter.com/akXxDthgCh
— AEMET_Andalucía (@AEMET_Andalucia) May 30, 2024
Será Sevilla una de las ciudades más castigadas -si no la que más-, alcanzando durante el día de hoy, coincidiendo con la festividad del Corpus Christi, unas máximas de hasta 40 grados, según la predicción de la Aemet, que además ha activado la alerta amarilla por altas temperaturas, provocando que vivamos un anticipo de verano.
Pese a ello, las mínimas se mantienen en 18, por lo que las mañanas serán algo más ligeras y se podrá vivir un leve respiro.
Esta alerta por calor estará además activa para toda la provincia de Sevilla, pero la buena noticia llegará durante el fin de semana cuando las temperaturas bajen unos grados. Y es que para el sábado se esperan unas máximas de 36; mientras que el domingo serán de 35.
Calor en el resto de España
Los fenómenos más signifactivos para la previsión de hoy y de días venideros son las temperaturas máximas elevadas en el Guadalquivir, interior de Huelva, en Extremadura y en el sur de Castilla-La Mancha.
Es probable también que un frente afecte al extremo norte peninsular en la segunda mitad de la jornada. Se esperan cielos nubosos, con probables precipitaciones en el área cantábrica y en el norte de Galicia, pese a seguir habiendo temperaturas más bien elevadas y generando un situación de bochorno.
Además, las temperaturas máximas tenderán a aumentar en los archipiélagos y en la mitad sur peninsular, y descenderán en el tercio norte, de forma más acusada en el Cantábrico, alto Ebro y Aragón. Las mínimas descienden en zonas de la meseta Norte y de Aragón, tendiendo a aumentar ligeramente en el resto.
