El pasado 17 de agosto el comandante Francisco Ubet, pilotaba el Iberia 2807. Era su último vuelo antes de jubilarse. A las 16:29 y al aproximarse a Madrid, los controladores de la torre de Barajas le despiden con una canción. "Perdona los crujidos, olvida el antirruidos", rezaba la simpática despedida. El piloto agradece el gesto de cortesía: "Muchísimas gracias, sois únicos". El gesto dura apenas medio minuto. Alguien lo cuelga en internet y empieza a circular por las redes sociales.
Poco después, el 23 de septiembre, los dos controladores de la despedida reciben una comunicación de la responsable de Recursos Humanos de AENA, Mayte Calleja, informándoles de la apertura de un expediente por falta "muy grave". Argumenta que el gesto pudo poner en riesgo la seguridad de la operación. Posteriormente, el 2 de septiembre, Navegación Aérea decide expedientar también al jefe de sala y a las dos supervisoras. En todos los casos por falta "muy grave" por poner en riesgo la seguridad. "Estamos analizando los hechos y valorando si son o no adecuados", señalan fuentes oficiales de AENA que insisten en que su "responsabilidad como proveedores del servicio de navegación aérea es abrir una investigación para conocer los detalles de los hechos".
Desde el sindicato de controladores USCA afirman que "se trata de gestos de cortesía habituales que se realizan siempre con todas las garantías y en las fases no críticas; forma parte de la dimensión humana de la profesión". Añaden que los poemas, saludos o canciones son habituales tanto en las jubilaciones como en las felicitaciones de Navidad. Y recuerdan también que el Papa siempre saluda a los españoles por radiofrecuencia cuando atraviesa el espacio aéreo español. Fuentes oficiales de AENA en cambio, afirman "desconocer" si estos gestos son habituales o no.
Desde USCA insisten en que no sólo no pone en riesgo la operación, sino todo lo contrario. "El hermanamiento entre profesionales que tienen que trabajar en equipo es fundamental para que todo vaya sobre ruedas; a pesar de los avances técnicos, la navegación aérea, su seguridad y eficacia depende en gran parte del factor humano".
Los pilotos comparten el mismo criterio. Es más, ellos realizan la misma práctica a la inversa cuando saben que se trata del último servicio de un controlador. Por eso USCA ha recibido el apoyo institucional del SEPLA y cientos de cartas de apoyo y solidaridad de muchos pilotos. "Nos ratifican que este tipo de gestos no ponen en riesgo la seguridad; y alguna de las cartas está firmada por responsables de investigación de accidentes aéreas", apuntan desde el sindicato de controladores.
El miedo al 'efecto Santiago'
¿Por qué entonces estos expedientes? USCA cree que obedece al "desconocimiento de la profesión" de los responsables de Navegación Aérea. "Desde los episodios del 2010 no hay controladores en la dirección de la operativa ni en los supervisores de seguridad. Los actuales directivos sabrán de finanzas y números, pero no de la profesión de controlador", critican en USCA.
Es más, el sindicato denuncia que la falta de controladores en los puestos de mando sí que ha repercutido en problemas de seguridad como falta de formación continúa, defectos en los procedimientos o falta de rigor en el estudio de los incidentes. Los controladores lamentan además que la empresa en lugar de salir en defensa de sus profesionales, les abriera expediente.
USCA también cree que los expedientes también pueden tener relación con el accidente ferroviario de Santiago. "Puede que se quisieran lavar las manos para que luego nadie les diga que no hicieron nada".
El asunto ha saltado al ámbito político. Izquierda Unida registró este miércoles una pregunta parlamentaria preguntando al gobierno qué iban a hacer para que los expedientes de AENA quedaran archivados. Gaspar Llamazares considera "inauditamente desproporcionada" la reacción de AENA y lamenta que "se haya convertido un emotivo y merecido homenaje en algo triste, gris y oscuro".